miércoles, 7 de octubre de 2009

9 de octubre de 1967


Comandante Che Guevara, podria ser un vulgar ánimo idólatra el que nos arrime a otro aniversario de tu muerte, alguna estrofa llana o una vela encendida reivindicando la paz moderna y su postura estática renegando de tu violencia y atando al humanismo a un mástil desclasado y reconcialiador. Mas no nacimos en la cómoda libertad diseñada a base de teorías tímidas, ni asumimos el pacifismo sumiso como bandera, somos la rabia orgullosa, la rebeldía natural, la lucha reincidente, el derecho y el deber de la firme resistencia, el deseo violento, el futuro y el presente libertador, somos clase obrera y por eso enemigos de este sistema asesino; y más que un sueño soberbio y atemporal, es una real expresión de tu humano ejemplo, tu victorioso legado que hoy continúa agrietando las fronteras del egoísmo patriotero, las murallas del capital.
Y aunque sigan multiplicando tu rostro en el vacío, seremos uno y en todo momento libres como tus ideas, enteros ante el barrote silenciador, ante el castigo institucional, amotinados contra las injusticias del mundo

¡¡¡Muerte al Capitalismo!!!

¡¡¡Libertad o Muerte!!!

jueves, 20 de agosto de 2009

22 de agosto de 1972


A 37 años de la Masacre de Trelew, seguimos reivindicando a quienes dejaron sus vidas en la lucha por el Socialismo, y no es una lágrima guardada, una pena enorme, aunque duela la historia y sus injustos resultados; porque al igual que ellos estamos combatiendo al capitalismo, al orden burgués, al estado enemigo de ayer, de hoy, de un hasta ahora siempre detestable. Ni mártires ni idealistas sin cuerpo, combatientes revolucionarios, por designio biológico hoy ausentes, por rebeldía concreta eternizados en nuestra lucha diaria, en millones de oprimidos con hermoso rencor, con inclaudicable dignidad.

Compañeros:
Carlos Alberto Astudillo (FAR). Nació en Santiago del Estero en el 17 de agosto de 1944 (28 años), estudiante de medicina en la Universidad de Córdoba. Detenido el 29 de diciembre de 1970 y brutalmente torturado.Rubén
Pedro Bonet (PRT-ERP). Nació en Buenos Aires el 1 de febrero de 1942 (30 años), casado y padre de dos chicos, Hernán y Mariana, de 4 y 5 años. Perteneciente a una familia muy modesta abandonó sus estudios para ingresar como obrero en Sudamtex y Nestlé. Detenido en febrero de 1971.
Eduardo Adolfo Capello (PRT-ERP). Nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1948 (24 años), estudiante de ciencias económicas y empleado. Detenido cuando intentaba expropiar un auto en febrero de 1971.
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP). Nació en Rosario el 17 de septiembre de 1942 (29 años), casado. Estudió ingeniería en la Universidad de Santa Fe. Inició su militancia en Palabra Obrera, que confluiría en el PRT. Abandonó sus estudios universitarios para ingresar como obrero en el frigorífico Swift de Rosario, donde trabajó 5 años. Detenido el 14 de abril de 1970. El V congreso del PRT lo eligió miembro del Comité Central en ausencia.
Alberto Carlos del Rey (PRT-ERP). Nació en Rosario el 22 de febrero de 1949 (23 años), estudió ingeniería química en la Universidad de Rosario, donde se integró al PRT. Participó del congreso fundacional del ERP. Detenido el 27 de abril de 1971.
Alfredo Elías Kohon (FAR): Nació en Entre Ríos el 22 de marzo de 1945 (27 años), estudiaba ingeniería en la Universidad de Córdoba y trabajaba en una fábrica metalúrgica. Formó parte de los comandos Santiago Pampillón y fue fundador de las FAR local. Detenido el 29 de diciembre de 1970
Clarisa Rosa Lea Place (PRT-ERP). Nació en Tucumán el 23 de diciembre de 1948 (23 años), estudió derecho en la Universidad de Tucumán, donde se integró al PRT. Participó del congreso fundacional del ERP. Detenida en diciembre de 1970 durante un control de rutina.
Susana Graciela Lesgart de Yofre (MONTONEROS). Nació en Córdoba el 13 de octubre de 1949 (22 años), maestra. Se radicó en Tucumán donde enseñaba y compartía la vida con los trabajadores cañeros. Fue una de las fundadoras de Montoneros en Córdoba. Detenida en diciembre de 1971.
José Ricardo Mena (PRT-ERP). Nació el 28 de marzo de 1951 en Tucumán (21 años), obrero azucarero. Integró los primeras grupos del PRT en Tucumán. Detenido tras la expropiación a un banco, en noviembre de 1970.
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP). Nació en Córdoba el 11 de julio de 1951 (21 años), estudió ingeniería química en la Universidad de Córdoba, era hermano de José Polti, muerto en abril de 1971. Detenido en Córdoba, en julio de 1971.
Mariano Pujadas (MONTONEROS). Nació en Barcelona el 14 de junio de 1948 (24 años), fue fundador y dirigente de Montoneros en Córdoba. Participó en la toma de La Calera. Estaba a punto de terminar la carrera de ingeniero agrónomo cuando fue detenido en una redada, en junio de 1971.
María Angélica Sabelli (FAR). Nació en Buenos Aires el 12 de enero de 1949 (23 años), conoció a Carlos Olmedo cuando estudiaba en el Colegio Nacional Buenos Aires. Cursaba matemática en la facultad de ciencias exactas, trabajaba como empleada y como profesora de matemática y latín. Detenida en febrero de 1972 y salvajemente torturada.
Ana María Villareal de Santucho (PRT-ERP). Nació en 9 de octubre de 1935 (36 años), era compañera de Mario Roberto Santucho y madre de tres chicos. Licenciada en artes plásticas por la Universidad de Tucumán. Junto a Santucho empezó a militar en el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano y Popular) que luego confluyó en el PRT. Detenida en un control de rutina en un colectivo.
Humberto Segundo Suarez (PRT-ERP). Nació en Tucumán el 1 de abril de 1947 (25 años), de origen rural, fue cañero, obrero de la construcción y oficial panadero. Detenido en marzo de 1971.
Humberto Adrián Toschi (PRT-ERP). Nació en 1 de abril de 1947 en Córdoba (25 años), trabajaba en una empresa familiar hasta que eligió ser obrero. Detenido, junto con Santucho y Gorriarán Merlo, en una redada el 30 de agosto de 1971.
Jorge Alejandro Ulla (PRT-ERP). Nació en Santa Fe el 23 de diciembre de 1944 (27 años), maestro; abandonó sus estudios para trabajar como obrero en una fábrica metalúrgica. Participó del congreso fundacional del ERP y en la primera operación armada. Detenido junto con Humberto Toschi en Córdoba, en agosto de 1971.


¡Presentes!

¡¡¡¡¡MUERTE AL CAPITALISMO!!!!

domingo, 16 de agosto de 2009

1976 - 2009

“…SI SE PUEDE GANAR UNA GUERRA COMO ESTA… Y LA GANAREMOS…”

A 33 años de la caída en combate de Mario Roberto Santucho, Secretario General del P.R.T (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y Comandante del E.R.P (Ejercito Revolucionario del Pueblo), la certidumbre arriba pronunciada por el “CHE” a un adversario político del Ministerio de Industrias de Cuba, parece cobrar cada día mas fuerza.

A diferencia de lo que sostenían algunos biógrafos del “CHE” acerca de que ese día “…otro será el lenguaje y quizás, otras las armas…” la historia se empecina en mostrar a los “ciegos” políticos y oportunistas (algunos) y de convencernos aun mas a los que adherimos al GUEVARISMO AUTENTICO que el camino no será otro que el de la lucha armada.

Suponer que las clases dominantes se resignaran pacíficamente a que sus intereses se vean afectados (el conflicto aun latente del campo así lo demuestra) en beneficio de los que menos tienen, suena tan utópico como reaccionario.

El camino parlamentario ha dado sobradas muestras que no puede ni quiere otorgar soluciones de fondo y definitivas para los trabajadores y el pueblo en su conjunto.
La democracia representativa solo ha demostrado servir para desmovilizar, desanimar y agotar esfuerzos individuales y colectivos.

Esto lo entendió muy claramente el “Robi” Santucho y toda la generación que milito junto a el en el P.R.T - E.R.P y que dejo la vida en el monte tucumano y en las calles y cárceles de todo el país.
Se podrá objetar el momento elegido para tal o cual operativo, para una expropiación, para tal o cual ajusticiamiento de algún represor o traidor, pero lo que no puede ponerse jamás en duda es que dichas acciones debían llevarse a cabo, mas tarde o mas temprano, eso es lo de menos.

Hubo errores, imprevistos, muertes no deseadas, al fin y al cabo la violencia es lo ultimo que se desea, pero fueron parte del aprendizaje en el ejercicio de la acción revolucionaria, como dijera el “CHE” “… no debemos temer a la violencia, la partera de las sociedades nuevas… la violencia es a la revolución lo que la cesárea a un parto, un medico no la utiliza si no es necesario, pero la emplea sin dudar para ayudar a alumbrar una nueva vida…” no es muy difícil de deducir cual seria el medico que ayudaría a alumbrar una nueva sociedad…

A pesar de la infame propaganda, tendenciosa y maliciosa, que le hizo el Morenismo oportunista (que así dicho ya es una redundancia), la historia demostró y demuestra cada día quienes fueron y quienes son unos y otros en la izquierda nacional.

Vaya desde estas líneas un reconocimiento mas que merecido a todos los caídos del P.R.T – E.R.P y a su Comandante Mario Roberto Santucho, líder de la única Organización Político-Militar auténticamente GUEVARISTA que pensó un proyecto de país y dejo la vida en pos de su realización.

martes, 11 de agosto de 2009

viernes, 10 de julio de 2009

Nuestras tareas en el período de reflujo


Reunión del Comité Ejécutivodel Partido Revolucionario de los Trabajadores (1976)

En poco más de tres meses la Dictadura Militar de Videla, lanzada desenfrenadamente a la represión contrarrevolucionaria, ha acumulado una cantidad tal de crímenes como no hay memoria en toda la historia, nacional, anunciándose al mundo como régimen fascista altamente sanguinario. Más de 16.000 detenidos, torturados salvajemente en su casi totalidad; centenares y acaso miles de secuestrados, muchos de ellos asesinados [luego] de ser sometidos a las más bárbaras torturas, y el resto alojado en cárceles clandestinas instaladas a veces en los propios cuarteles del ejército opresor, donde se los somete semanas y meses a continuas torturas. Intensa movilización represiva en el campo y la ciudad; ocupación militar de zonas, constantes pinzas y rastrillos tales son las formas en que el enemigo se lanza a la calle en su desesperado e inútil intento de aniquilar a las fuerzas guerrilleras y dominar al pueblo por medio de la implantación del terror.

UN RÍO DE SANGRE SEPARA AL PUEBLO ARGENTINO DE LOS MILITARES ASESINOS
Pero esta incalificable acción ultrarrepresiva no sólo no ha aniquilado ni aniquilará a la guerrilla, ni ha aterrorizado ni aterrorizará al pueblo argentino, sino que abrió un profundo cauce de sangre que dividió definitivamente a nuestra sociedad en una gran mayoría obrera y popular, unida en su justo odio al ejército opresor, y una ínfima aunque poderosa minoría constituida por las altas clases explotadas nucleadas en torno a la oficialidad asesina.
Tal es el estado de guerra que vive nuestra Patria, en los comienzos de la guerra popular revolucionaria ya iniciada y generalizada que culminará con el total y definitivo triunfo de la revolución socialista.
El enemigo lo reconoció así recientemente por boca de los generales Carboba y Harguindeguy.
Corbetta: "Ese es el ámbito de la guerra revolucionaria, la tercera guerra mundial como se ha llamado, en la cual el teatro de operaciones -República Argentina- es uno más entre muchos otros donde se da esa contienda...".
Harguindeguy: "Como la lucha contra la subversión caracteriza y condiciona tareas todas y cada una de las medidas del gobierno..."
Los trabajadores argentinos y sus organizaciones de vanguardia, reconociendo decididamente ese estado de guerra, mirando la realidad cara a cara, determinados a combatir y decididos a vencer, afrontan a pie firme los enormes sacrificios que requiere nuestra gloriosa guerra revolucionaria por la segunda independencia.

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS
La activa movilización represiva del enemigo y la profundidad de la crisis económica con sus dramáticas consecuencias de despidos, desocupación v caída catastrófica del nivel de vida, han provocado un reflujo en la lucha de la clase obrera y el pueblo. Porque agobiada por la crisis, la comunidad proletaria se debilita en un primer momento; se desdibuja la fábrica como centro combativo, aparece el fantasma del despido ante los sectores más débiles de las masas, y la inmensidad de los problemas personales y familiares (alimentación, vestido, educación, salud, vivienda) presiona a cada obrero a buscar soluciones personales inmediatas. Sumado a ello el peso de la represión, configuran las causas del actual período de reflujo. Contrariamente a lo que se podría deducir superficialmente, una crisis tan profunda como la actual, en condiciones como las de nuestra patria de desarrollo aún incipiente de las fuerzas revolucionarias, no es favorable para la movilización de las masas, no estimula sino desalienta la lucha reivindicativa proletaria. " Una grave crisis económico-social puede acelerar, en cambio, el desarrollo revolucionario, elevar la temperatura de la lucha de clases y el ardor combativo de las masas, cuando las fuerzas político-militares del proletariado y el pueblo han logrado un gran desarrollo y poderío. Para revertir esta situación y dar inicio a un nuevo auge de masas, la clase obrera y el pueblo deberán reacomodarse a la nueva situación, y acumular las fuerzas necesarias para movilizarse superando la presión represiva. Como ya señaló nuestro Partido, debemos calcular en alrededor de un año el plazo aproximado que demandara esa reactivación de la movilización de masas.
En cuanto al enemigo, empantanado en la guerra popular, ha visto naufragar aceleradamente sus planes demagógicos de aislar a la guerrilla para aniquilarla mediante una falsa y formal política "dialoguista" en lo interno y una activa propaganda internacional. Muy a su pesar, en los tres meses transcurridos desde el 24 de marzo, se han desenmascarado totalmente tanto en lo interno como en lo internacional, y en lugar de aislar a las fuerzas guerrilleras, se han precipitado ellos mismos a un tobogán de constante aislamiento. Por ello es que al tiempo que crece su desesperación multiplican su esfuerzo de guerra y se disponen a defender con unas y dientes, con la irracionalidad y barbarie propia de su causa injusta, al régimen capitalista-imperialista que oprime y arruina a nuestro pueblo y a nuestra Patria.

RESPONDER CABALMENTE A LA INQUIETUD POLÍTICA DEL PUEBLO
En aparente contradicción con el reflujo, las masas viven una intensa vida política de características profundas y singulares. De la simpatía romántica hacia la guerrilla durante la lucha contra la dictadura de Lanusse se pasó a un auténtico interés político y combativo por la guerra civil en curso; las masas obreras y populares van dejando de ser meras espectadoras del choque entre la guerrilla y las fuerzas represivas y comienzan a tomar partido activamente por los revolucionarios. Al mismo tiempo amplias capas del proletariado y el pueblo acrecientan su interés por el socialismo, comienzan a considerar seriamente la necesidad y la posibilidad de un profundo cambio de sistema. Y una nueva vanguardia obrera y popular, mucho más amplia que la anterior irrumpe en la política nacional tras las frescas huellas que desde el cordobazo inició la justa y victoriosa rebelión armada y no armada del pueblo argentino. Educar y formar esa nueva vanguardia, en el curso de la resistencia a la dictadura de Videla, transmitirle la rica experiencia acumulada, aprender de ella, renovando con su fresco y vigoroso impulso las estructuras revolucionarias, es una de las misiones fundamentales de la reciente "promoción" de templados cuadros que se forjó en los primeros seis años de guerra revolucionaria.

UN GRAN PASO UNITARIO
Esta gran tarea se vera considerablemente facilitada por los recientes avances unitarios en el campo revolucionario que nos han colocado ante la posibilidad real e inmediata de construir una organización frentista integrada por el PRT. Montoneros y Poder Obrero, que unifique la lucha antidictatorial y encauce un trascendental proceso hacia la completa unidad política y militar de las organizaciones revolucionarias proletarias y populares (el Partido de la Clase Obrera, el Ejército Popular y el Frente de Liberación Nacional). Dar este paso significará iniciar un proceso de convergencia quizás complejo, pero de un positivismo difícil de exagerar. En primer lugar influirá favorablemente en el estado de ánimo de las masas populares, que se sentirán respaldadas por este sano paso de sus organizaciones. Se materializará en un aumento cualitativo de los recursos revolucionarios globales, que serán empleados más racionalmente y con mayor eficacia.
Reforzará nuestra presencia internacional facilitando por lo tamo el esfuerzo para conquistar la solidaridad y apoyo internacional activos a nuestra causa revolucionaria. Al Partido le cabe una gran responsabilidad en el proceso de unidad que se abrirá. Sin ceder un milímetro en los principios, activo en la lucha ideológica que se intensificará en los nuevos marcos unitarios nuestro Partido deberá actuar con gran dinamismo y flexibilidad. Los cuadros y militantes deben predicar con el ejemplo de sus virtudes proletarias, de su línea de masas, de su confianza en las masas, de su combatividad y heroísmo, de su dedicación profesional, de su férrea voluntad en el cumplimiento de las tareas, de su sencillez, fraternidad y espíritu solidario.
La total unidad que es posible, se conquistará, en un proceso gradual a desarrollarse paso a paso en todos los niveles, en la base y en la dirección, que requiere paciencia, flexibilidad y firmeza ideológica. La fusión de las organizaciones revolucionarias será un gran avance para la lucha de nuestro pueblo, en la medida que se asiente sobre sólidos principios ideológicos y orgánicos, y nuestro Partido pondrá todo su esfuerzo para hacerla realidad.

LAS TAREAS CENTRALES DEL PARTIDO
En el actual período de reflujo que precederá al nuevo auge, las tareas fundamentales de nuestro Partido y de nuestro Ejército guerrillero, pueden resumirse en dos grandes misiones:
a) Mantener viva la resistencia popular armada con un interrumpido accionar guerrillero;
b) Forjar una nueva promoción de cuadros y militantes proletarios multilaterales, el cuerpo de "oficiales" y "suboficiales" del Ejército político de las masas y el Ejército guerrillero popular, que se desplegaran nacionalmente con irresistible vigor en el desarrollo del nuevo auge obrero y popular. Como ya señalamos, nuestro partido, la continuidad de la lucha guerrillera y su firmeza es un elemento esencial en nuestro actual proceso revolucionario, que alimentará sin cesar el fuego de la resistencia en el que se acrisola la nueva conciencia socialista hacia la que tienden las masas. Las características más o menos violentas de la futura ola de movilizaciones dependerán a su vez de la mayor o menor potencia que alcancen los constantes golpes guerrilleros.
Y la formación del cuerpo de "oficiales" y "suboficiales" revolucionarios surgidos principalmente de los frentes fabriles, la capacitación y moral que hayan adquirido, será determinante en la envergadura y profundidad de esas movilizaciones. Más aún, la fuerza, calidad y extensión que alcance la penetración del Partido en las grandes fábricas puede ser determinante en acortar los plazos de materialización del nuevo ascenso de masas. Mientras mayor sea el número de cuadros y militantes, más alta su moral, y más eficiente su capacitación profesional, mayor será ¡a fuerza de masas que se podrá desplegar organizadamente, como verdadero Ejército disciplinado en operaciones, con elevada movilidad y capacidad de maniobra.
Mantener encendida la hoguera de la resistencia guerrillera y formar los cuadros de mando políticos y militares que necesita el pueblo argentino para desplegar su inmenso potencial combativo son las tareas centrales de nuestro Partido en los próximos meses de guerra revolucionaria.

EL COMITÉ EJECUTIVO APROBÓ EL SIGUIENTE SALUDO A LOS COMPAÑEROS PRESOS
EL CE "Edgardo Enríquez" del mes de julio de 1976, estando en conocimiento de la difícil situación que pasan los compañeros del PRT y ERP y todos los presos políticos, en donde a los permanentes vejámenes se suma la incertidumbre por sus vidas, provocada por los reiterados crímenes de presos políticos, y viendo que esto no logra sino fortalecer el elevado espíritu combativo de nuestros compañeros, les hace llegar a todos los presos del PRT y ERP y a través de ellos a todos los presos políticos, un fraternal y caluroso saludo revolucionario, a la vez que transmite el orgullo de nuestro Partido por la alta moral revolucionaria que demuestran día a día nuestros queridos compañeros presos.

Diez años de luchas y experiencias (1976)


El 28 de junio de 1966 el Partido Militar dio por tierra con el gobierno radical de Illia. Se trataba de un golpe preventivo para matar en su cuna fuerzas revolucionarias en gestación, detener la movilización de masas que había logrado gran amplitud, "ordenar al país" y encontrar una vía de estabilización y desarrollo capitalista. Onganía anunció una Dictadura Militar de 10 años para lograr esos objetivos. En el campo del pueblo, sectores de la clase obrera y de la intelectualidad revolucionaria, incipientemente organizados en el curso de las grandes huelgas del '64, '65 y '66, conscientes de la imposibilidad de lograr justicia y soluciones por la vía legal e influidos por el éxito de la revolución cubana, decidieron afrontar el desafío militar y empuñar las armas guerrilleras para encabezar la resistencia popular. Los revolucionarios se contaban por decenas, estaban prácticamente desarmados y enfrentaban a un enemigo unido, confiado y ampliamente apoyado por la burguesía, la burocracia sindical y el imperialismo, pero tenían fe en su justa causa y soñaban en conmover a la masa del pueblo para desarrollar hasta la victoria, la guerra revolucionaria ñor la liberación nacional y el socialismo.
Ya han transcurrido los 10 años que calculó la alta oficialidad del Ejército Opresor y al hacer un necesario e instructivo balance salta a la vista inmediatamente el total fracaso de los planes militares y el notable éxito de las fuerzas guerrilleras. La situación económica lejos de estabilizarse y mejorar ha sufrido un notable deterioro; han nacido y se han desarrollado importantes fuerzas revolucionarias políticas y militares; el ejército contrarrevolucionario ya no es más el arbitro todopoderoso e imbatible de la política nacional. Y lo que es más importante de todo, en el terreno político el Partido Militar se ha desenmascarado como bárbaro, pérfido y cínico defensor de los intereses antinacionales y antipopulares del gran capital, mientras la guerrilla ha surgido como fiel defensora de los intereses obreros y populares y se presenta ante los ojos de las masas como genuina esperanza de un profundo cambio revolucionario que solucione los problemas populares. Este desarrollo político que ha llevado a una profunda polarización, que "ha conmovido a la masa del pueblo" es el mas grande triunfo de los revolucionarios, la mas grande conquista de estos 10 anos de lucha, que al atraer hacia nuestra justa causa importantes sectores obreros y populares, centenares de miles de hombres y mujeres trabajadores, proporciona al ideal antiimperialista y socialista recursos inagotables que hacen seguro su triunfo.

NO HAY AVANCE SIN SACRIFICIOS
Pero los profundos cambios que registra la realidad nacional no provienen de una evolución lineal e incruenta. Como todo proceso revolucionario se viene desarrollando en espiral, con avances y retrocesos, en tendencia siempre ascendente, y a costa de sensibles pérdidas. Como dijo Mao Tsé-tung, "luchar, fracasar, volver a luchar, volver a fracasar, volver a luchar hasta la victoria", es una ley de la lucha revolucionaria. En la guerra de nuestra primera independencia los ejércitos patriotas intentaron avanzar dos veces por Bolivia hacia Perú, hasta descubrir el triunfal camino de Chile; Bolívar a su vez fue, 4 veces vencido en Venezuela y 4 veces se exilió, hasta encontrar en su quinto intento el camino de la victoria definitiva. Así ocurre y ocurrirá en nuestra guerra revolucionaria. Cada paso adelante ha sido conquistado atravesando pruebas y errores, sufriendo dolorosas pérdidas. Pero la correcta línea de nuestro Partido, la persistente combatividad, la experiencia adquirida y el ejemplo heroico de los gloriosos compañeros caídos ha generado una reproducción y desarrollo cuantitativo y cualitativo incesantes de los militantes y cuadros revolucionarios. Un claro ejemplo lo tenemos en nuestro aparato de propaganda: en la época de la dictadura de Lanusse El Combatiente salía quincenal y Estrella Roja mensual, impresos ambos a mimeógrafo. Entre febrero y abril de 1972 nos cayó todo e] pequeño aparato de propaganda y 5 compañeros, a mediados de año se logró publicar algunos números, pero recién se normalizó con la misma periodicidad a fines de 1972.
En junio de 1973 coincidente con la apertura de la legalidad, comenzaron a aparecer El Combatiente semanal y Estrella Roja quincenal. Ilegalizados en septiembre de 1973, ambos periódicos continuaron saliendo clandestinamente. En enero de 1975 nos cayó nuevamente imprenta y distribución con 10 compañeros, y en sólo dos semanas reaparecieron los dos periódicos. Ahora nos cayó nuevamente el local donde se imprimían y dos miembros de la redacción, y nuevamente nos llevó sólo dos semanas tener los periódicos en la calle, con el agregado de que hoy contamos con mayor número de compañeros especializados.

HAN PERDIDO LA BATALLA POLÍTICA
En 1966 la Dictadura Militar de Onganía, en 1976 la Dictadura Militar de Videla. Sin embargo, la situación es completamente diferente. Las decenas de revolucionarios que en 1966 se decidieron a iniciar la lucha armada, propósito que recién lograron concretar en 1970, son ahora miles, organizados, experimentados, templados y más decididos que nunca a triunfar, dueños de una gloriosa tradición, dispuestos a realizar los sacrificios necesarios y a dar la vida por la hermosa causa de la independencia y el socialismo. Y este enorme crecimiento cuantitativo y cualitativo de la vanguardia revolucionaria argentina se nutre del despertar político y de la combatividad de todo el pueblo que va convirtiendo la gesta revolucionaria en un proceso de masas.
El Partido Militar en cambio ha sufrido un gran deterioro y se encuentra muy lejos de aquel apoyo que recibió en 1966, prácticamente unánime en el campo burgués v con favorables expectativas en la masa popular. Con su bárbara política de terror se ganó el odio de la mayoría del pueblo, se distanció de posibles aliados y se desenmascaró internacionalmente. Por ello es que podemos afirmar con seguridad, y objetividad que el enemigo ha perdido la batalla política.
El caso de Tucumán es típico. El 9 de julio de 1966 decenas de miles de tucumanos, muchos de ellos trasladándose a pie desde el interior, recibieron con entusiasmo v esperanza la visita de Onganía. Tiempo después, al nacer la heroica Compañía de Monte Ramón R. Jiménez algunas decenas de combatientes, el ejército opresor perpetró un gran operativo para aniquilarla en pocos meses. Ya transcurrió un año y cinco meses de iniciado ese operativo, y si bien han dificultado el desarrollo de nuestra unidad (que no se concretó aún, más que nada por falta de experiencia y conocimientos militares de nuestra parte), no han logrado aniquilarla; por el contrario siguen enviando más refuerzos, han triplicados sus fuerzas iniciales (de 5.000 a 15.000) y con su ocupación militar de la provincia, con sus crímenes y atropellos, han despenado un profundo odio en el grueso de la población, sentimiento hoy oculto bajo el peso del terror, que se convertirá en poderosa fuerza material cuando en base a la experiencia acumulada y mejorando nuestra preparación militar logremos un eficiente empleo de la fuerza guerrillera.

PERSISTIR Y VENCER
La locura asesina del enemigo causa profundas heridas en nuestras filas. Caen compañeros muy valiosos, caen familiares que nada tiene que ver, caen activistas o simples sospechosos. Ante ello alguno que otro compañero vacila y teme. Pero la absoluta mayoría, unida como un solo hombre se yergue decidida a persistir y vencer, cualquiera sean los obstáculo? y los sufrimientos. Esa elevada moral es nuestra principal arma, ella conmueve y moverá a millones de argentinos por el ancho camino de ¡a guerra revolucionaria. Y en este momento de reflujo de las masas, mientras despliegan sin cesar su aguerrida resistencia guerrillera, las fuerzas revolucionarias podrán analizar serenamente las experiencias, "hacer un alto en el camino", reagrupar, reorganizar y consolidar el potencial revolucionario para estar en condiciones de aportar vigorosa y organizadamente para la máxima extensión y potencia del próximo auge obrero-popular. Asi, concentrados en los frentes, recibiendo el formidable estimulo de las masas, con las unidades guerrilleras activas, perseverando con garra y tesón en las distintas actividades revolucionarias, el PRT, el ERP y las demás fuerzas revolucionarias argentinas, continuaremos ascendiendo sin pausa por el abrupto y glorioso sendero que nos conduce a la tan ansiada liberación nacional y social de nuestra patria y de nuestro pueblo.

Con fuerza, hacia las masas (1976)


Cuando poco antes y después del 24 de marzo analizamos las perspectivas del golpe militar cometimos un error de calculo al no señalar que el peso de la represión afectaría en un primer momento a la lucha popular, dificultando la movilización de masas y el accionar guerrillero. Al no prever un reflujo transitorio de la movilización obrero-popular, dar la idea de que la potente reacción antidictatorial de masas sería inmediata, lo mismo que el aislamiento internacional de la Dictadura y la aproximación al campo revolucionario de sectores populares democráticos, no nos adecuamos plenamente en lo ideológico y orgánico a la nueva realidad nacional.
Globalmente nuestra posición fue y sigue siendo correcta, tanto en la caracterización de la Dictadura, como en la comprensión de la generalización de la guerra y el justo pronóstico de que nuestro pueblo no será aplastado y edificara gradualmente una resistencia potente y victoriosa. Pero nos faltó prever taxativamente un período determinado de reflujo, error que desde ahora corregimos.



REFLUJO Y NUEVO AUGE
Frente a la Dictadura de Ongania el pueblo argentino intentó una resistencia inmediata. Azucareros, mecánicos, portuarios y estudiantes hicieron frente con huelgas y movilizaciones a las primera medidas antipopulares del gobierno contrarrevolucionario. Pero todas esas luchas fueron brutalmente aplastadas por la bota militar y se necesitó más de dos años de acumulación de fuerzas para llegar a las grandiosas movilizaciones del 1969.
Hoy, en 1976, la situación es distinta. Con importantes experiencias recientes de lucha clandestina, la clase obrera no salió a la calle y comenzó a responder con sabotaje y escaramuzas en las fábricas a las medidas dictatoriales. La represión, a su vez es más dura y activa que en 1966. Balanceando a "grosso modo" la situación de las masas obrero-populares y su vanguardia y el peso presente y futuro de la represión, pensamos que habrá que esperar alrededor de un año hasta el próximo auge de la lucha de masas. Es decir, que la clase obrera y el pueblo argentino necesitaran alrededor de un año para reacomodarse a la nueva situación, lograr la acumulación de fuerzas necesarias y movilizarse de conjunto superando los obstáculos represivos.



SITUACIÓN DE MASAS
Aunque vivimos un período de reflujo en la movilización, la situación de masas es extraordinaria. Es notable la avidez por materiales políticos revolucionarios, el interés por la política que se ha despertado en extensos sectores proletarios y populares. Pese al despliegue represivo que ataca fábricas y barriadas, los volantes y periódicos, revolucionarios circulan con facilidad, son leídos con atención y pasados de mano en mano. El odio hacia los militares se arraiga cada día más en el corazón de las masas y crece paralelamente la conciencia de que es necesario incorporarse a la lucha revolucionaria. Aunque los sucios y criminales métodos de la represión enemiga obligan a ser cuidadosos y desconfiados, numerosos compañeros se ligan e incorporan a la estructura de nuestra organización. Podemos afirmar que el movimiento de masas no está acobardado ni retraído; desarrolla formas indirectas de lucha, se organiza y delibera desde la base en la búsqueda de las formas más eficientes de salirle al paso a los siniestros planes antipopulares y antinacionales del Partido Militar.



CONTINUIDAD DE LA LUCHA ARMADA
Contrariamente a lo que ocurrió durante el Onganiato, en el actual período de reflujo de movilización de masas, el accionar guerrillero mantendrá viva la llama de la resistencia popular. No viviremos un período de relativa calma como en 1967 y 1968 porque las operaciones de propaganda armada y aniquilamiento realizadas por las unidades guerrilleras jaquearán constantemente a la Dictadura Militar permaneciendo así en lo alto la justa bandera de nuestra guerra revolucionaria.
Por más que el enemigo extreme su movilización represiva, las organizaciones armadas populares encontrarán siempre la forma de golpear, valiéndose de la rica experiencia acumulada. Y esa presencia combatiente impregnará la experiencia de nuestro pueblo, teñirá la acumulación de fuerzas de las masas con los necesarios métodos violentos y jugará un gran papel en el grado de energía y en la forma con que se desplegara ulteriormente el próximo auge del movimiento de masas argentino. Mientras mas prenda el ejemplo guerrillero, mas poderosa y decidida será la posterior movilización obrero-popular.
Por ello es que en el presente período, !a lucha armada ocupa el centro de la lucha política, es y será el eje de la política nacional. El enemigo movilizado desesperadamente en el irrealizable intento de aniquilar las fuerzas guerrilleras; las guerrillas del pueblo esforzándose por golpear con continuidad y potencia, dar presencia y vigor a la resistencia y acumular medios y experiencia para desplegarlos con el auge de masas. Nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero, aun reduciendo sus fuerzas centrales para volcar mayores recursos a los frentes de masas, se esforzaran por mantener activas unidades guerrilleras. Y con la propaganda armada desde los frentes y el accionar de aniquilamiento desde las unidades locales cumpliremos con honor la misión armada que nos corresponde.



MEDIDAS DE CORRECCION
El error de apreciación táctica que cometimos nos debilitó en lo ideológico y en lo orgánico. En lo ideológico en cuanto dificultó el enraizamiento de la concepción de guerra prolongada, y en lo orgánico en cuanto no nos orientamos con máxima energía a simplificar el aparato y volcar más compañeros a los frentes de masas. Las medidas de corrección comprenden entonces:
1.- Una campaña ideológica que ya se inició dirigida a hacer carne en el Partido los aspectos concretos de la concepción de guerra prolongada:
2.- Una reducción general del aparato y reforzamiento paralelo de los frentes de masas. Esta última medida, al mismo tiempo que preserva la organización ofreciendo menos blanco al enemigo, nos permitirá canalizar mayores recursos de masas hacia las actividades revolucionarias. Porque la presencia consecuente del Partido en más frentes, además de influir como sabemos en el estado de ánimo de las masas, nos permitirá llegar a mayor cantidad de elementos de vanguardia, incorporarlos al Partido y ayudarlos a convertirse en verdaderos revolucionarios.
La experiencia política y orgánica de nuestro Partido, su tradición combativa, son elementos de inmenso valor para formar una nueva y vigorosa promoción de militantes y cuadros revolucionarios que al fortalecer la organización del PRT contribuirán seriamente a ponerlo en condiciones de cumplir el destacado papel dirigente que la lucha de clases le tiene asignado.



PREPARARSE PARA EL NUEVO AUGE
La clase obrera y el pueblo argentinos han vivido los últimos años grandes experiencias. Han visto sucederse gobiernos políticos y militares sin ningún tipo de solución para las necesidades populares ni nacionales. La prédica revolucionaria tiene por ello fértil terreno para germinar; nuestro proletariado y nuestro pueblo que se han movilizado con energía escuchan con creciente atención la palabra revolucionaria.
En el presente período de reflujo, nuestro Partido debe fundirse más que nunca con las más amplias masas, difundir sistemáticamente las ideas socialistas, pegarse a los elementos de vanguardia para incorporarlos a la organización. Mientras más eficiente sea nuestro trabajo de Partido en los meses de reflujo, más notable e influyente será el papel de nuestra organización en el auge que sobrevendrá.
Con profunda confianza en las masas con la determinación y fuerza de servir a nuestra justa causa con el espíritu heroico y glorioso de los queridos compañeros que han dado su vida en el combate cotidiano, la militancia del PRT, como un solo hombre redoblará su esfuerzo revolucionario en los frentes de masas. En 7 años de lucha revolucionaria el pueblo argentino ha sido conmovido por la combatividad y el heroísmo de su vanguardia guerrillera y ha generado en su seno condiciones para convenir la débil llama que alimenta la guerrilla en tremenda fuerza popular. La sangre derramada por nuestros héroes no ha corrido en vano; se ha desparramado generosa por millones de corazones. Y ahora es el momento de preparar concienzudamente la organización para que esté en condiciones de surgir en el próximo auge de masas como una fuerza política revolucionaria considerablemente poderosa.