Alrededor de 300.000 obreros fabriles concentrados en unas 250 fábricas grandes de más de 500 obreros cada una, en todo el país, son la columna vertebral de las fuerzas populares y por tanto constituyen la columna vertebral de la justa y victoriosa resistencia antidictatorial del pueblo argentino.
De esa poderosa masa trabajadora se nutren y nutrirán también principalmente Las fuerzas revolucionarias, de ella surgen y surgirán gran parte de los dirigentes, cuadros, militantes, simpatizantes y colaboradores de nuestro Partido, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, vanguardia y dirección consciente de la lucha antidictatorial, antiimperialista y socialista.
El marxismo-leninismo, ciencia de la política revolucionaria, descubrió el rol revolucionario y dirigente del proletariado en la lucha de clases, durante el actual período histórico universal de transito del capitalismo al socialismo. Ese descubrimiento científico comprobado categóricamente en los hechos, y con particular vigencia en nuestra patria, permite organizar correctamente la actividad revolucionaria, centrándola en las masas más concentradas de obreros fabriles.
Porque sometido a la explotación cotidiana en el corazón mismo de la maquinaria capitalista, reunido allí en gran número, el proletariado fabril está en inmejorables condiciones para recibir y adoptar las ideas revolucionarias, movilizarse con enorme energía, nuclear alrededor suyo amplias masas trabajadoras, de obreros menos concentrados, obreros rurales, campesinos medios y chicos, empleados, estudiantes, trabajadores independientes, etc., etc.. acodillarlas en un formidable y consistente despliegue de inmensas energías populares, sabiamente organizadas y dirigidas por el Partido proletario de combate cuyo núcleo fundamental es hoy el PRT.
De esa poderosa masa trabajadora se nutren y nutrirán también principalmente Las fuerzas revolucionarias, de ella surgen y surgirán gran parte de los dirigentes, cuadros, militantes, simpatizantes y colaboradores de nuestro Partido, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, vanguardia y dirección consciente de la lucha antidictatorial, antiimperialista y socialista.
El marxismo-leninismo, ciencia de la política revolucionaria, descubrió el rol revolucionario y dirigente del proletariado en la lucha de clases, durante el actual período histórico universal de transito del capitalismo al socialismo. Ese descubrimiento científico comprobado categóricamente en los hechos, y con particular vigencia en nuestra patria, permite organizar correctamente la actividad revolucionaria, centrándola en las masas más concentradas de obreros fabriles.
Porque sometido a la explotación cotidiana en el corazón mismo de la maquinaria capitalista, reunido allí en gran número, el proletariado fabril está en inmejorables condiciones para recibir y adoptar las ideas revolucionarias, movilizarse con enorme energía, nuclear alrededor suyo amplias masas trabajadoras, de obreros menos concentrados, obreros rurales, campesinos medios y chicos, empleados, estudiantes, trabajadores independientes, etc., etc.. acodillarlas en un formidable y consistente despliegue de inmensas energías populares, sabiamente organizadas y dirigidas por el Partido proletario de combate cuyo núcleo fundamental es hoy el PRT.
EL PARTIDO EN LAS GRANDES FABRICAS
Es así que nuestro Partido considera prioridad número uno de su actividad política-revolucionaria las grandes fábricas que denominamos frentes fabriles, y en las que desarrollamos un consecuente y armónico trabajo multilateral reivindicativo, político, de agitación y propaganda, militar, etc. Trabajo que es necesario intensificar más aún en las condiciones actuales, de total ilegalidad de nuestra lucha. Porque al agudizarse la represión y apunta también hacia las grandes fábricas, se crean situaciones más difíciles y se requerirá por tanto mayor atención y dedicación.
La actividad revolucionaria de Partido en un frente fabril puede iniciarse desde la propia fábrica o por un trabajo partidario desde el exterior. En uno y otro caso una vez formada la primer célula es necesario avanzar con ímpetu, método y prudencia. Con ímpetu para mantener una enérgica presencia de la organización, para impulsar la lucha reivindicativa, el sabotaje, la autodefensa, los Comités de Resistencia; con método para organizar sistemáticamente el Comité de Frente del PRT, la célula (trío) militar dirección política de la unidad guerrillera del frente, el trío de propaganda, la célula de masas, el trío sindical, el círculo de la Juventud Guevarista, etc., y lograr un fusilamiento orgánico consecuente del Comité de Frente y sus células; con prudencia para asegurar que ningún espía se introduzca en las células, que los miembros de la organización no puedan .ser detectados como tales por el enemigo, que nadie sepa más de lo necesario, que todas las tareas se realicen adoptando estrictas medidas de seguridad.
COMITÉS DE RESISTENCIA CLANDESTINOS
La nueva etapa de nuestra lucha que se abrió con el golpe militar de Videla se caracteriza por la reducción al mínimo de las posibilidades legales y por lo tanto traslada el grueso de la lucha popular al terreno clandestino v violento Porque hasta una simple huelga por una cuestión mínima es prohibida y reprimida, porque los derechos son pisoteada, porque cualquier intento popular de organizarse y luchar atrae inmediatamente las iras de los militares asesinos. ¿Será por ello que nuestro pueblo renunciará a movilizarse y defenderse? De ninguna manera. Lo que sí haremos los argentinos es movilizarnos de otra manera, organizamos de otra manera, luchar de otra manera.
Todo el pueblo sufre hoy la opresión dictatorial, todo el pueblo por tanto se dispondrá a la resistencia.
Y el camino para la organización de esa resistencia de masas es la formación de Comités de Resistencia en fábricas, barrios, villas, pueblos, facultades etc etc. Camino que debe girar en torno a los Comités de Resistencia de las grandes fábricas dado el rol de dirigente y organizador popular, que como vimos le cabe al proletariado fabril argentino.
No contamos aún con experiencia propia en el país para detallar la forma en que se organizarán dichos Comités. Pero al proponer su creación podemos referirnos a su programa, su integración, sus principios orgánicos y la actividad a desarrollar.
PROGRAMA
Dado el objetivo de librar una lucha decidida y obtener una adhesión masiva, el programa del Comité de Resistencia debe abarcar los siguientes puntos:
1. Contra la Dictadura Militar. 2. Defensa del nivel de vida y de los derechos sindicales y democráticos de los trabajadores. 3. Solidaridad con todos los presos políticos y sociales. 4. Unidad Antidictatorial y Patriótica de todo el pueblo.
Naturalmente el punto 2 de este programa, referido a las reivindicaciones mas inmediatas de los obreros fabriles, constituye el eje programático concreto, que variando de lugar a lugar, en consonancia con los problemas de cada fábrica, interpretando con exactitud las aspiraciones y necesidades de todos los trabajadores, ayudará a conquistar un apoyo masivo para los Comités de Resistencia.
INTEGRACIÓN
Dado que se traca de organismos políticos, deben estar formados por representantes de los Partidos y corrientes antidictatoriales con trabajo real en la fábrica de que se trate v por activistas independientes de la fábrica. El Comité de Resistencia será así un organismo unitario amplio con grandes recursos, pionero de la impostergable unidad obrera y popular que exige el desarrollo de nuestra lucha revolucionaria.
PRINCIPIOS ORGÁNICOS
Los Comités de Resistencia tienen que ser organismos clandestinos, secretos, con una dirección efectiva y ágil, con ramificaciones en toda la fábrica, sección por sección. Para enfrentar exitosamente la represión, es necesario organizar bien los Comités, mantener en secreto sus miembros, actuar con estrictas medidas de seguridad v con hábiles métodos conspirativos. No hacerse marcar imprudentemente por la empresa, ¡a burocracia o la represión; prevenirse contra los alcahuetes y espías, organizar los compañeros activistas en grupos reducidos tanto en la base como en la dirección, organizar un buen sistema de enlaces dentro y fuera de fábrica para que las distintas actividades de la resistencia se realicen al unísono por todos los grupos, etc., etc.
La experiencia de lucha clandestina de nuestra organización y otras organizaciones o grupos revolucionarios servirá como base para una buena estructuración de los Comités de Resistencia.
ACTIVIDAD
Las tareas de los Comités son amplias y múltiples:
a) Impulsar la lucha reivindicativa y por la recuperación de los Sindicatos, dinamizando o formando con ese fin Agrupaciones, Listas o Comisiones Legales y semilegales; b) Realizar propaganda política escrita sistemática de Resistencia Antidictatorial; c) Organizar el sabotaje planificado de la producción; d) Apoyar la solidaridad activa con los presos políticos y sociales; e) Organizar actos relámpago, manifestaciones y otras acciones de agitación y lucha; f) Fomentar y propiciar con el ejemplo la unidad obrero-popular.
Así los Comités de Resistencia fabriles constituirán organismos de base del Frente de Liberación Nacional que necesitamos edificar.
COMITÉ DE PARTIDO Y COMITÉ DE RESISTENCIA
El accionar de las células y el Comité de Frente del PRT en las grandes fábricas es diferente, complementario e interrelacionado con el accionar del Comité de Resistencia. Se diferencian por la amplitud del programa y por la flexibilidad de la organización; porque el programa del PRT es más definido y su organización más estricta.
Pero ambos deben desarrollar e impulsar actividades revolucionarias (propaganda, movilización, accionar armado, etc., etc.) que se complementan e interrelacionan.
La presencia del PRT acelera la politización de la vanguardia y la masa que se traduce en mayor consciencia y mayor organización; el Comité de Resistencia por su parte garantiza la masividad y unidad del accionar antidictatorial.
Sin Partido no hay consistencia ni conciencia, no hay desarrollo verdaderamente revolucionario. Sin Comité de Resistencia la lucha será reducida, débil, despareja. Por ello es necesario avanzar simultáneamente en la construcción y desarrollo de las células y Comité de Fábrica del Partido por una parte y del Comité de Resistencia con sus ramificaciones por la otra.
SÍNTESIS Y CONCLUSIÓN
La nueva y prolongada etapa de guerra civil generalizada que se ha iniciado, requiere mas que nunca la actividad dinámica y rectora del proletariado fabril. No sólo por las propias fuerzas que despliega y por su influencia directa en la movilización popular, sino principalmente por los decisivos recursos de clase que inyecta al Partido Revolucionario, vivificándolo, desarrollándolo, permitiéndole cumplir cabalmente con su misión de dirigente revolucionario de las más amplias masas obrero-populares argentinas.
Prepararnos para crear progresivamente, paso a paso, las grandes fuerzas revolucionarias político-militares que nos darán el triunfo frente al enemigo explotador y opresor, es hoy más que nunca, aferramos al lema estratégico de concentrar el trabajo en las grandes fábricas. Son muchas las dificultades represivas. Pero contamos con la unanimidad antidictatorial de las masas obreras y con una vanguardia proletaria amplia y creciente como nunca existió en nuestra Patria.
Combinar sabiamente la construcción y funcionamiento del Partido para incorporar a los obreros de vanguardia y formarlos como revolucionarios completos, con la edificación de los Comité de Resistencia para organizar y movilizar toda la masa trabajadora, son tareas fundamentales que deben resolverse en cada fábrica, de acuerdo a la situación concreta y con espíritu creador, apoyándonos en la experiencia nacional e internacional de Partido.
Fuerte y enraizada en las fábricas la Resistencia Popular mantendrá en jaque a la Dictadura, acumulará pacientemente enormes energías y dará por tierra finalmente con los militares asesinos y el injusto y retrógrado sistema capitalista que ellos defienden.
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