miércoles, 7 de octubre de 2009

9 de octubre de 1967


Comandante Che Guevara, podria ser un vulgar ánimo idólatra el que nos arrime a otro aniversario de tu muerte, alguna estrofa llana o una vela encendida reivindicando la paz moderna y su postura estática renegando de tu violencia y atando al humanismo a un mástil desclasado y reconcialiador. Mas no nacimos en la cómoda libertad diseñada a base de teorías tímidas, ni asumimos el pacifismo sumiso como bandera, somos la rabia orgullosa, la rebeldía natural, la lucha reincidente, el derecho y el deber de la firme resistencia, el deseo violento, el futuro y el presente libertador, somos clase obrera y por eso enemigos de este sistema asesino; y más que un sueño soberbio y atemporal, es una real expresión de tu humano ejemplo, tu victorioso legado que hoy continúa agrietando las fronteras del egoísmo patriotero, las murallas del capital.
Y aunque sigan multiplicando tu rostro en el vacío, seremos uno y en todo momento libres como tus ideas, enteros ante el barrote silenciador, ante el castigo institucional, amotinados contra las injusticias del mundo

¡¡¡Muerte al Capitalismo!!!

¡¡¡Libertad o Muerte!!!

jueves, 20 de agosto de 2009

22 de agosto de 1972


A 37 años de la Masacre de Trelew, seguimos reivindicando a quienes dejaron sus vidas en la lucha por el Socialismo, y no es una lágrima guardada, una pena enorme, aunque duela la historia y sus injustos resultados; porque al igual que ellos estamos combatiendo al capitalismo, al orden burgués, al estado enemigo de ayer, de hoy, de un hasta ahora siempre detestable. Ni mártires ni idealistas sin cuerpo, combatientes revolucionarios, por designio biológico hoy ausentes, por rebeldía concreta eternizados en nuestra lucha diaria, en millones de oprimidos con hermoso rencor, con inclaudicable dignidad.

Compañeros:
Carlos Alberto Astudillo (FAR). Nació en Santiago del Estero en el 17 de agosto de 1944 (28 años), estudiante de medicina en la Universidad de Córdoba. Detenido el 29 de diciembre de 1970 y brutalmente torturado.Rubén
Pedro Bonet (PRT-ERP). Nació en Buenos Aires el 1 de febrero de 1942 (30 años), casado y padre de dos chicos, Hernán y Mariana, de 4 y 5 años. Perteneciente a una familia muy modesta abandonó sus estudios para ingresar como obrero en Sudamtex y Nestlé. Detenido en febrero de 1971.
Eduardo Adolfo Capello (PRT-ERP). Nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1948 (24 años), estudiante de ciencias económicas y empleado. Detenido cuando intentaba expropiar un auto en febrero de 1971.
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP). Nació en Rosario el 17 de septiembre de 1942 (29 años), casado. Estudió ingeniería en la Universidad de Santa Fe. Inició su militancia en Palabra Obrera, que confluiría en el PRT. Abandonó sus estudios universitarios para ingresar como obrero en el frigorífico Swift de Rosario, donde trabajó 5 años. Detenido el 14 de abril de 1970. El V congreso del PRT lo eligió miembro del Comité Central en ausencia.
Alberto Carlos del Rey (PRT-ERP). Nació en Rosario el 22 de febrero de 1949 (23 años), estudió ingeniería química en la Universidad de Rosario, donde se integró al PRT. Participó del congreso fundacional del ERP. Detenido el 27 de abril de 1971.
Alfredo Elías Kohon (FAR): Nació en Entre Ríos el 22 de marzo de 1945 (27 años), estudiaba ingeniería en la Universidad de Córdoba y trabajaba en una fábrica metalúrgica. Formó parte de los comandos Santiago Pampillón y fue fundador de las FAR local. Detenido el 29 de diciembre de 1970
Clarisa Rosa Lea Place (PRT-ERP). Nació en Tucumán el 23 de diciembre de 1948 (23 años), estudió derecho en la Universidad de Tucumán, donde se integró al PRT. Participó del congreso fundacional del ERP. Detenida en diciembre de 1970 durante un control de rutina.
Susana Graciela Lesgart de Yofre (MONTONEROS). Nació en Córdoba el 13 de octubre de 1949 (22 años), maestra. Se radicó en Tucumán donde enseñaba y compartía la vida con los trabajadores cañeros. Fue una de las fundadoras de Montoneros en Córdoba. Detenida en diciembre de 1971.
José Ricardo Mena (PRT-ERP). Nació el 28 de marzo de 1951 en Tucumán (21 años), obrero azucarero. Integró los primeras grupos del PRT en Tucumán. Detenido tras la expropiación a un banco, en noviembre de 1970.
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP). Nació en Córdoba el 11 de julio de 1951 (21 años), estudió ingeniería química en la Universidad de Córdoba, era hermano de José Polti, muerto en abril de 1971. Detenido en Córdoba, en julio de 1971.
Mariano Pujadas (MONTONEROS). Nació en Barcelona el 14 de junio de 1948 (24 años), fue fundador y dirigente de Montoneros en Córdoba. Participó en la toma de La Calera. Estaba a punto de terminar la carrera de ingeniero agrónomo cuando fue detenido en una redada, en junio de 1971.
María Angélica Sabelli (FAR). Nació en Buenos Aires el 12 de enero de 1949 (23 años), conoció a Carlos Olmedo cuando estudiaba en el Colegio Nacional Buenos Aires. Cursaba matemática en la facultad de ciencias exactas, trabajaba como empleada y como profesora de matemática y latín. Detenida en febrero de 1972 y salvajemente torturada.
Ana María Villareal de Santucho (PRT-ERP). Nació en 9 de octubre de 1935 (36 años), era compañera de Mario Roberto Santucho y madre de tres chicos. Licenciada en artes plásticas por la Universidad de Tucumán. Junto a Santucho empezó a militar en el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano y Popular) que luego confluyó en el PRT. Detenida en un control de rutina en un colectivo.
Humberto Segundo Suarez (PRT-ERP). Nació en Tucumán el 1 de abril de 1947 (25 años), de origen rural, fue cañero, obrero de la construcción y oficial panadero. Detenido en marzo de 1971.
Humberto Adrián Toschi (PRT-ERP). Nació en 1 de abril de 1947 en Córdoba (25 años), trabajaba en una empresa familiar hasta que eligió ser obrero. Detenido, junto con Santucho y Gorriarán Merlo, en una redada el 30 de agosto de 1971.
Jorge Alejandro Ulla (PRT-ERP). Nació en Santa Fe el 23 de diciembre de 1944 (27 años), maestro; abandonó sus estudios para trabajar como obrero en una fábrica metalúrgica. Participó del congreso fundacional del ERP y en la primera operación armada. Detenido junto con Humberto Toschi en Córdoba, en agosto de 1971.


¡Presentes!

¡¡¡¡¡MUERTE AL CAPITALISMO!!!!

domingo, 16 de agosto de 2009

1976 - 2009

“…SI SE PUEDE GANAR UNA GUERRA COMO ESTA… Y LA GANAREMOS…”

A 33 años de la caída en combate de Mario Roberto Santucho, Secretario General del P.R.T (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y Comandante del E.R.P (Ejercito Revolucionario del Pueblo), la certidumbre arriba pronunciada por el “CHE” a un adversario político del Ministerio de Industrias de Cuba, parece cobrar cada día mas fuerza.

A diferencia de lo que sostenían algunos biógrafos del “CHE” acerca de que ese día “…otro será el lenguaje y quizás, otras las armas…” la historia se empecina en mostrar a los “ciegos” políticos y oportunistas (algunos) y de convencernos aun mas a los que adherimos al GUEVARISMO AUTENTICO que el camino no será otro que el de la lucha armada.

Suponer que las clases dominantes se resignaran pacíficamente a que sus intereses se vean afectados (el conflicto aun latente del campo así lo demuestra) en beneficio de los que menos tienen, suena tan utópico como reaccionario.

El camino parlamentario ha dado sobradas muestras que no puede ni quiere otorgar soluciones de fondo y definitivas para los trabajadores y el pueblo en su conjunto.
La democracia representativa solo ha demostrado servir para desmovilizar, desanimar y agotar esfuerzos individuales y colectivos.

Esto lo entendió muy claramente el “Robi” Santucho y toda la generación que milito junto a el en el P.R.T - E.R.P y que dejo la vida en el monte tucumano y en las calles y cárceles de todo el país.
Se podrá objetar el momento elegido para tal o cual operativo, para una expropiación, para tal o cual ajusticiamiento de algún represor o traidor, pero lo que no puede ponerse jamás en duda es que dichas acciones debían llevarse a cabo, mas tarde o mas temprano, eso es lo de menos.

Hubo errores, imprevistos, muertes no deseadas, al fin y al cabo la violencia es lo ultimo que se desea, pero fueron parte del aprendizaje en el ejercicio de la acción revolucionaria, como dijera el “CHE” “… no debemos temer a la violencia, la partera de las sociedades nuevas… la violencia es a la revolución lo que la cesárea a un parto, un medico no la utiliza si no es necesario, pero la emplea sin dudar para ayudar a alumbrar una nueva vida…” no es muy difícil de deducir cual seria el medico que ayudaría a alumbrar una nueva sociedad…

A pesar de la infame propaganda, tendenciosa y maliciosa, que le hizo el Morenismo oportunista (que así dicho ya es una redundancia), la historia demostró y demuestra cada día quienes fueron y quienes son unos y otros en la izquierda nacional.

Vaya desde estas líneas un reconocimiento mas que merecido a todos los caídos del P.R.T – E.R.P y a su Comandante Mario Roberto Santucho, líder de la única Organización Político-Militar auténticamente GUEVARISTA que pensó un proyecto de país y dejo la vida en pos de su realización.

martes, 11 de agosto de 2009

viernes, 10 de julio de 2009

Nuestras tareas en el período de reflujo


Reunión del Comité Ejécutivodel Partido Revolucionario de los Trabajadores (1976)

En poco más de tres meses la Dictadura Militar de Videla, lanzada desenfrenadamente a la represión contrarrevolucionaria, ha acumulado una cantidad tal de crímenes como no hay memoria en toda la historia, nacional, anunciándose al mundo como régimen fascista altamente sanguinario. Más de 16.000 detenidos, torturados salvajemente en su casi totalidad; centenares y acaso miles de secuestrados, muchos de ellos asesinados [luego] de ser sometidos a las más bárbaras torturas, y el resto alojado en cárceles clandestinas instaladas a veces en los propios cuarteles del ejército opresor, donde se los somete semanas y meses a continuas torturas. Intensa movilización represiva en el campo y la ciudad; ocupación militar de zonas, constantes pinzas y rastrillos tales son las formas en que el enemigo se lanza a la calle en su desesperado e inútil intento de aniquilar a las fuerzas guerrilleras y dominar al pueblo por medio de la implantación del terror.

UN RÍO DE SANGRE SEPARA AL PUEBLO ARGENTINO DE LOS MILITARES ASESINOS
Pero esta incalificable acción ultrarrepresiva no sólo no ha aniquilado ni aniquilará a la guerrilla, ni ha aterrorizado ni aterrorizará al pueblo argentino, sino que abrió un profundo cauce de sangre que dividió definitivamente a nuestra sociedad en una gran mayoría obrera y popular, unida en su justo odio al ejército opresor, y una ínfima aunque poderosa minoría constituida por las altas clases explotadas nucleadas en torno a la oficialidad asesina.
Tal es el estado de guerra que vive nuestra Patria, en los comienzos de la guerra popular revolucionaria ya iniciada y generalizada que culminará con el total y definitivo triunfo de la revolución socialista.
El enemigo lo reconoció así recientemente por boca de los generales Carboba y Harguindeguy.
Corbetta: "Ese es el ámbito de la guerra revolucionaria, la tercera guerra mundial como se ha llamado, en la cual el teatro de operaciones -República Argentina- es uno más entre muchos otros donde se da esa contienda...".
Harguindeguy: "Como la lucha contra la subversión caracteriza y condiciona tareas todas y cada una de las medidas del gobierno..."
Los trabajadores argentinos y sus organizaciones de vanguardia, reconociendo decididamente ese estado de guerra, mirando la realidad cara a cara, determinados a combatir y decididos a vencer, afrontan a pie firme los enormes sacrificios que requiere nuestra gloriosa guerra revolucionaria por la segunda independencia.

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS
La activa movilización represiva del enemigo y la profundidad de la crisis económica con sus dramáticas consecuencias de despidos, desocupación v caída catastrófica del nivel de vida, han provocado un reflujo en la lucha de la clase obrera y el pueblo. Porque agobiada por la crisis, la comunidad proletaria se debilita en un primer momento; se desdibuja la fábrica como centro combativo, aparece el fantasma del despido ante los sectores más débiles de las masas, y la inmensidad de los problemas personales y familiares (alimentación, vestido, educación, salud, vivienda) presiona a cada obrero a buscar soluciones personales inmediatas. Sumado a ello el peso de la represión, configuran las causas del actual período de reflujo. Contrariamente a lo que se podría deducir superficialmente, una crisis tan profunda como la actual, en condiciones como las de nuestra patria de desarrollo aún incipiente de las fuerzas revolucionarias, no es favorable para la movilización de las masas, no estimula sino desalienta la lucha reivindicativa proletaria. " Una grave crisis económico-social puede acelerar, en cambio, el desarrollo revolucionario, elevar la temperatura de la lucha de clases y el ardor combativo de las masas, cuando las fuerzas político-militares del proletariado y el pueblo han logrado un gran desarrollo y poderío. Para revertir esta situación y dar inicio a un nuevo auge de masas, la clase obrera y el pueblo deberán reacomodarse a la nueva situación, y acumular las fuerzas necesarias para movilizarse superando la presión represiva. Como ya señaló nuestro Partido, debemos calcular en alrededor de un año el plazo aproximado que demandara esa reactivación de la movilización de masas.
En cuanto al enemigo, empantanado en la guerra popular, ha visto naufragar aceleradamente sus planes demagógicos de aislar a la guerrilla para aniquilarla mediante una falsa y formal política "dialoguista" en lo interno y una activa propaganda internacional. Muy a su pesar, en los tres meses transcurridos desde el 24 de marzo, se han desenmascarado totalmente tanto en lo interno como en lo internacional, y en lugar de aislar a las fuerzas guerrilleras, se han precipitado ellos mismos a un tobogán de constante aislamiento. Por ello es que al tiempo que crece su desesperación multiplican su esfuerzo de guerra y se disponen a defender con unas y dientes, con la irracionalidad y barbarie propia de su causa injusta, al régimen capitalista-imperialista que oprime y arruina a nuestro pueblo y a nuestra Patria.

RESPONDER CABALMENTE A LA INQUIETUD POLÍTICA DEL PUEBLO
En aparente contradicción con el reflujo, las masas viven una intensa vida política de características profundas y singulares. De la simpatía romántica hacia la guerrilla durante la lucha contra la dictadura de Lanusse se pasó a un auténtico interés político y combativo por la guerra civil en curso; las masas obreras y populares van dejando de ser meras espectadoras del choque entre la guerrilla y las fuerzas represivas y comienzan a tomar partido activamente por los revolucionarios. Al mismo tiempo amplias capas del proletariado y el pueblo acrecientan su interés por el socialismo, comienzan a considerar seriamente la necesidad y la posibilidad de un profundo cambio de sistema. Y una nueva vanguardia obrera y popular, mucho más amplia que la anterior irrumpe en la política nacional tras las frescas huellas que desde el cordobazo inició la justa y victoriosa rebelión armada y no armada del pueblo argentino. Educar y formar esa nueva vanguardia, en el curso de la resistencia a la dictadura de Videla, transmitirle la rica experiencia acumulada, aprender de ella, renovando con su fresco y vigoroso impulso las estructuras revolucionarias, es una de las misiones fundamentales de la reciente "promoción" de templados cuadros que se forjó en los primeros seis años de guerra revolucionaria.

UN GRAN PASO UNITARIO
Esta gran tarea se vera considerablemente facilitada por los recientes avances unitarios en el campo revolucionario que nos han colocado ante la posibilidad real e inmediata de construir una organización frentista integrada por el PRT. Montoneros y Poder Obrero, que unifique la lucha antidictatorial y encauce un trascendental proceso hacia la completa unidad política y militar de las organizaciones revolucionarias proletarias y populares (el Partido de la Clase Obrera, el Ejército Popular y el Frente de Liberación Nacional). Dar este paso significará iniciar un proceso de convergencia quizás complejo, pero de un positivismo difícil de exagerar. En primer lugar influirá favorablemente en el estado de ánimo de las masas populares, que se sentirán respaldadas por este sano paso de sus organizaciones. Se materializará en un aumento cualitativo de los recursos revolucionarios globales, que serán empleados más racionalmente y con mayor eficacia.
Reforzará nuestra presencia internacional facilitando por lo tamo el esfuerzo para conquistar la solidaridad y apoyo internacional activos a nuestra causa revolucionaria. Al Partido le cabe una gran responsabilidad en el proceso de unidad que se abrirá. Sin ceder un milímetro en los principios, activo en la lucha ideológica que se intensificará en los nuevos marcos unitarios nuestro Partido deberá actuar con gran dinamismo y flexibilidad. Los cuadros y militantes deben predicar con el ejemplo de sus virtudes proletarias, de su línea de masas, de su confianza en las masas, de su combatividad y heroísmo, de su dedicación profesional, de su férrea voluntad en el cumplimiento de las tareas, de su sencillez, fraternidad y espíritu solidario.
La total unidad que es posible, se conquistará, en un proceso gradual a desarrollarse paso a paso en todos los niveles, en la base y en la dirección, que requiere paciencia, flexibilidad y firmeza ideológica. La fusión de las organizaciones revolucionarias será un gran avance para la lucha de nuestro pueblo, en la medida que se asiente sobre sólidos principios ideológicos y orgánicos, y nuestro Partido pondrá todo su esfuerzo para hacerla realidad.

LAS TAREAS CENTRALES DEL PARTIDO
En el actual período de reflujo que precederá al nuevo auge, las tareas fundamentales de nuestro Partido y de nuestro Ejército guerrillero, pueden resumirse en dos grandes misiones:
a) Mantener viva la resistencia popular armada con un interrumpido accionar guerrillero;
b) Forjar una nueva promoción de cuadros y militantes proletarios multilaterales, el cuerpo de "oficiales" y "suboficiales" del Ejército político de las masas y el Ejército guerrillero popular, que se desplegaran nacionalmente con irresistible vigor en el desarrollo del nuevo auge obrero y popular. Como ya señalamos, nuestro partido, la continuidad de la lucha guerrillera y su firmeza es un elemento esencial en nuestro actual proceso revolucionario, que alimentará sin cesar el fuego de la resistencia en el que se acrisola la nueva conciencia socialista hacia la que tienden las masas. Las características más o menos violentas de la futura ola de movilizaciones dependerán a su vez de la mayor o menor potencia que alcancen los constantes golpes guerrilleros.
Y la formación del cuerpo de "oficiales" y "suboficiales" revolucionarios surgidos principalmente de los frentes fabriles, la capacitación y moral que hayan adquirido, será determinante en la envergadura y profundidad de esas movilizaciones. Más aún, la fuerza, calidad y extensión que alcance la penetración del Partido en las grandes fábricas puede ser determinante en acortar los plazos de materialización del nuevo ascenso de masas. Mientras mayor sea el número de cuadros y militantes, más alta su moral, y más eficiente su capacitación profesional, mayor será ¡a fuerza de masas que se podrá desplegar organizadamente, como verdadero Ejército disciplinado en operaciones, con elevada movilidad y capacidad de maniobra.
Mantener encendida la hoguera de la resistencia guerrillera y formar los cuadros de mando políticos y militares que necesita el pueblo argentino para desplegar su inmenso potencial combativo son las tareas centrales de nuestro Partido en los próximos meses de guerra revolucionaria.

EL COMITÉ EJECUTIVO APROBÓ EL SIGUIENTE SALUDO A LOS COMPAÑEROS PRESOS
EL CE "Edgardo Enríquez" del mes de julio de 1976, estando en conocimiento de la difícil situación que pasan los compañeros del PRT y ERP y todos los presos políticos, en donde a los permanentes vejámenes se suma la incertidumbre por sus vidas, provocada por los reiterados crímenes de presos políticos, y viendo que esto no logra sino fortalecer el elevado espíritu combativo de nuestros compañeros, les hace llegar a todos los presos del PRT y ERP y a través de ellos a todos los presos políticos, un fraternal y caluroso saludo revolucionario, a la vez que transmite el orgullo de nuestro Partido por la alta moral revolucionaria que demuestran día a día nuestros queridos compañeros presos.

Diez años de luchas y experiencias (1976)


El 28 de junio de 1966 el Partido Militar dio por tierra con el gobierno radical de Illia. Se trataba de un golpe preventivo para matar en su cuna fuerzas revolucionarias en gestación, detener la movilización de masas que había logrado gran amplitud, "ordenar al país" y encontrar una vía de estabilización y desarrollo capitalista. Onganía anunció una Dictadura Militar de 10 años para lograr esos objetivos. En el campo del pueblo, sectores de la clase obrera y de la intelectualidad revolucionaria, incipientemente organizados en el curso de las grandes huelgas del '64, '65 y '66, conscientes de la imposibilidad de lograr justicia y soluciones por la vía legal e influidos por el éxito de la revolución cubana, decidieron afrontar el desafío militar y empuñar las armas guerrilleras para encabezar la resistencia popular. Los revolucionarios se contaban por decenas, estaban prácticamente desarmados y enfrentaban a un enemigo unido, confiado y ampliamente apoyado por la burguesía, la burocracia sindical y el imperialismo, pero tenían fe en su justa causa y soñaban en conmover a la masa del pueblo para desarrollar hasta la victoria, la guerra revolucionaria ñor la liberación nacional y el socialismo.
Ya han transcurrido los 10 años que calculó la alta oficialidad del Ejército Opresor y al hacer un necesario e instructivo balance salta a la vista inmediatamente el total fracaso de los planes militares y el notable éxito de las fuerzas guerrilleras. La situación económica lejos de estabilizarse y mejorar ha sufrido un notable deterioro; han nacido y se han desarrollado importantes fuerzas revolucionarias políticas y militares; el ejército contrarrevolucionario ya no es más el arbitro todopoderoso e imbatible de la política nacional. Y lo que es más importante de todo, en el terreno político el Partido Militar se ha desenmascarado como bárbaro, pérfido y cínico defensor de los intereses antinacionales y antipopulares del gran capital, mientras la guerrilla ha surgido como fiel defensora de los intereses obreros y populares y se presenta ante los ojos de las masas como genuina esperanza de un profundo cambio revolucionario que solucione los problemas populares. Este desarrollo político que ha llevado a una profunda polarización, que "ha conmovido a la masa del pueblo" es el mas grande triunfo de los revolucionarios, la mas grande conquista de estos 10 anos de lucha, que al atraer hacia nuestra justa causa importantes sectores obreros y populares, centenares de miles de hombres y mujeres trabajadores, proporciona al ideal antiimperialista y socialista recursos inagotables que hacen seguro su triunfo.

NO HAY AVANCE SIN SACRIFICIOS
Pero los profundos cambios que registra la realidad nacional no provienen de una evolución lineal e incruenta. Como todo proceso revolucionario se viene desarrollando en espiral, con avances y retrocesos, en tendencia siempre ascendente, y a costa de sensibles pérdidas. Como dijo Mao Tsé-tung, "luchar, fracasar, volver a luchar, volver a fracasar, volver a luchar hasta la victoria", es una ley de la lucha revolucionaria. En la guerra de nuestra primera independencia los ejércitos patriotas intentaron avanzar dos veces por Bolivia hacia Perú, hasta descubrir el triunfal camino de Chile; Bolívar a su vez fue, 4 veces vencido en Venezuela y 4 veces se exilió, hasta encontrar en su quinto intento el camino de la victoria definitiva. Así ocurre y ocurrirá en nuestra guerra revolucionaria. Cada paso adelante ha sido conquistado atravesando pruebas y errores, sufriendo dolorosas pérdidas. Pero la correcta línea de nuestro Partido, la persistente combatividad, la experiencia adquirida y el ejemplo heroico de los gloriosos compañeros caídos ha generado una reproducción y desarrollo cuantitativo y cualitativo incesantes de los militantes y cuadros revolucionarios. Un claro ejemplo lo tenemos en nuestro aparato de propaganda: en la época de la dictadura de Lanusse El Combatiente salía quincenal y Estrella Roja mensual, impresos ambos a mimeógrafo. Entre febrero y abril de 1972 nos cayó todo e] pequeño aparato de propaganda y 5 compañeros, a mediados de año se logró publicar algunos números, pero recién se normalizó con la misma periodicidad a fines de 1972.
En junio de 1973 coincidente con la apertura de la legalidad, comenzaron a aparecer El Combatiente semanal y Estrella Roja quincenal. Ilegalizados en septiembre de 1973, ambos periódicos continuaron saliendo clandestinamente. En enero de 1975 nos cayó nuevamente imprenta y distribución con 10 compañeros, y en sólo dos semanas reaparecieron los dos periódicos. Ahora nos cayó nuevamente el local donde se imprimían y dos miembros de la redacción, y nuevamente nos llevó sólo dos semanas tener los periódicos en la calle, con el agregado de que hoy contamos con mayor número de compañeros especializados.

HAN PERDIDO LA BATALLA POLÍTICA
En 1966 la Dictadura Militar de Onganía, en 1976 la Dictadura Militar de Videla. Sin embargo, la situación es completamente diferente. Las decenas de revolucionarios que en 1966 se decidieron a iniciar la lucha armada, propósito que recién lograron concretar en 1970, son ahora miles, organizados, experimentados, templados y más decididos que nunca a triunfar, dueños de una gloriosa tradición, dispuestos a realizar los sacrificios necesarios y a dar la vida por la hermosa causa de la independencia y el socialismo. Y este enorme crecimiento cuantitativo y cualitativo de la vanguardia revolucionaria argentina se nutre del despertar político y de la combatividad de todo el pueblo que va convirtiendo la gesta revolucionaria en un proceso de masas.
El Partido Militar en cambio ha sufrido un gran deterioro y se encuentra muy lejos de aquel apoyo que recibió en 1966, prácticamente unánime en el campo burgués v con favorables expectativas en la masa popular. Con su bárbara política de terror se ganó el odio de la mayoría del pueblo, se distanció de posibles aliados y se desenmascaró internacionalmente. Por ello es que podemos afirmar con seguridad, y objetividad que el enemigo ha perdido la batalla política.
El caso de Tucumán es típico. El 9 de julio de 1966 decenas de miles de tucumanos, muchos de ellos trasladándose a pie desde el interior, recibieron con entusiasmo v esperanza la visita de Onganía. Tiempo después, al nacer la heroica Compañía de Monte Ramón R. Jiménez algunas decenas de combatientes, el ejército opresor perpetró un gran operativo para aniquilarla en pocos meses. Ya transcurrió un año y cinco meses de iniciado ese operativo, y si bien han dificultado el desarrollo de nuestra unidad (que no se concretó aún, más que nada por falta de experiencia y conocimientos militares de nuestra parte), no han logrado aniquilarla; por el contrario siguen enviando más refuerzos, han triplicados sus fuerzas iniciales (de 5.000 a 15.000) y con su ocupación militar de la provincia, con sus crímenes y atropellos, han despenado un profundo odio en el grueso de la población, sentimiento hoy oculto bajo el peso del terror, que se convertirá en poderosa fuerza material cuando en base a la experiencia acumulada y mejorando nuestra preparación militar logremos un eficiente empleo de la fuerza guerrillera.

PERSISTIR Y VENCER
La locura asesina del enemigo causa profundas heridas en nuestras filas. Caen compañeros muy valiosos, caen familiares que nada tiene que ver, caen activistas o simples sospechosos. Ante ello alguno que otro compañero vacila y teme. Pero la absoluta mayoría, unida como un solo hombre se yergue decidida a persistir y vencer, cualquiera sean los obstáculo? y los sufrimientos. Esa elevada moral es nuestra principal arma, ella conmueve y moverá a millones de argentinos por el ancho camino de ¡a guerra revolucionaria. Y en este momento de reflujo de las masas, mientras despliegan sin cesar su aguerrida resistencia guerrillera, las fuerzas revolucionarias podrán analizar serenamente las experiencias, "hacer un alto en el camino", reagrupar, reorganizar y consolidar el potencial revolucionario para estar en condiciones de aportar vigorosa y organizadamente para la máxima extensión y potencia del próximo auge obrero-popular. Asi, concentrados en los frentes, recibiendo el formidable estimulo de las masas, con las unidades guerrilleras activas, perseverando con garra y tesón en las distintas actividades revolucionarias, el PRT, el ERP y las demás fuerzas revolucionarias argentinas, continuaremos ascendiendo sin pausa por el abrupto y glorioso sendero que nos conduce a la tan ansiada liberación nacional y social de nuestra patria y de nuestro pueblo.

Con fuerza, hacia las masas (1976)


Cuando poco antes y después del 24 de marzo analizamos las perspectivas del golpe militar cometimos un error de calculo al no señalar que el peso de la represión afectaría en un primer momento a la lucha popular, dificultando la movilización de masas y el accionar guerrillero. Al no prever un reflujo transitorio de la movilización obrero-popular, dar la idea de que la potente reacción antidictatorial de masas sería inmediata, lo mismo que el aislamiento internacional de la Dictadura y la aproximación al campo revolucionario de sectores populares democráticos, no nos adecuamos plenamente en lo ideológico y orgánico a la nueva realidad nacional.
Globalmente nuestra posición fue y sigue siendo correcta, tanto en la caracterización de la Dictadura, como en la comprensión de la generalización de la guerra y el justo pronóstico de que nuestro pueblo no será aplastado y edificara gradualmente una resistencia potente y victoriosa. Pero nos faltó prever taxativamente un período determinado de reflujo, error que desde ahora corregimos.



REFLUJO Y NUEVO AUGE
Frente a la Dictadura de Ongania el pueblo argentino intentó una resistencia inmediata. Azucareros, mecánicos, portuarios y estudiantes hicieron frente con huelgas y movilizaciones a las primera medidas antipopulares del gobierno contrarrevolucionario. Pero todas esas luchas fueron brutalmente aplastadas por la bota militar y se necesitó más de dos años de acumulación de fuerzas para llegar a las grandiosas movilizaciones del 1969.
Hoy, en 1976, la situación es distinta. Con importantes experiencias recientes de lucha clandestina, la clase obrera no salió a la calle y comenzó a responder con sabotaje y escaramuzas en las fábricas a las medidas dictatoriales. La represión, a su vez es más dura y activa que en 1966. Balanceando a "grosso modo" la situación de las masas obrero-populares y su vanguardia y el peso presente y futuro de la represión, pensamos que habrá que esperar alrededor de un año hasta el próximo auge de la lucha de masas. Es decir, que la clase obrera y el pueblo argentino necesitaran alrededor de un año para reacomodarse a la nueva situación, lograr la acumulación de fuerzas necesarias y movilizarse de conjunto superando los obstáculos represivos.



SITUACIÓN DE MASAS
Aunque vivimos un período de reflujo en la movilización, la situación de masas es extraordinaria. Es notable la avidez por materiales políticos revolucionarios, el interés por la política que se ha despertado en extensos sectores proletarios y populares. Pese al despliegue represivo que ataca fábricas y barriadas, los volantes y periódicos, revolucionarios circulan con facilidad, son leídos con atención y pasados de mano en mano. El odio hacia los militares se arraiga cada día más en el corazón de las masas y crece paralelamente la conciencia de que es necesario incorporarse a la lucha revolucionaria. Aunque los sucios y criminales métodos de la represión enemiga obligan a ser cuidadosos y desconfiados, numerosos compañeros se ligan e incorporan a la estructura de nuestra organización. Podemos afirmar que el movimiento de masas no está acobardado ni retraído; desarrolla formas indirectas de lucha, se organiza y delibera desde la base en la búsqueda de las formas más eficientes de salirle al paso a los siniestros planes antipopulares y antinacionales del Partido Militar.



CONTINUIDAD DE LA LUCHA ARMADA
Contrariamente a lo que ocurrió durante el Onganiato, en el actual período de reflujo de movilización de masas, el accionar guerrillero mantendrá viva la llama de la resistencia popular. No viviremos un período de relativa calma como en 1967 y 1968 porque las operaciones de propaganda armada y aniquilamiento realizadas por las unidades guerrilleras jaquearán constantemente a la Dictadura Militar permaneciendo así en lo alto la justa bandera de nuestra guerra revolucionaria.
Por más que el enemigo extreme su movilización represiva, las organizaciones armadas populares encontrarán siempre la forma de golpear, valiéndose de la rica experiencia acumulada. Y esa presencia combatiente impregnará la experiencia de nuestro pueblo, teñirá la acumulación de fuerzas de las masas con los necesarios métodos violentos y jugará un gran papel en el grado de energía y en la forma con que se desplegara ulteriormente el próximo auge del movimiento de masas argentino. Mientras mas prenda el ejemplo guerrillero, mas poderosa y decidida será la posterior movilización obrero-popular.
Por ello es que en el presente período, !a lucha armada ocupa el centro de la lucha política, es y será el eje de la política nacional. El enemigo movilizado desesperadamente en el irrealizable intento de aniquilar las fuerzas guerrilleras; las guerrillas del pueblo esforzándose por golpear con continuidad y potencia, dar presencia y vigor a la resistencia y acumular medios y experiencia para desplegarlos con el auge de masas. Nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero, aun reduciendo sus fuerzas centrales para volcar mayores recursos a los frentes de masas, se esforzaran por mantener activas unidades guerrilleras. Y con la propaganda armada desde los frentes y el accionar de aniquilamiento desde las unidades locales cumpliremos con honor la misión armada que nos corresponde.



MEDIDAS DE CORRECCION
El error de apreciación táctica que cometimos nos debilitó en lo ideológico y en lo orgánico. En lo ideológico en cuanto dificultó el enraizamiento de la concepción de guerra prolongada, y en lo orgánico en cuanto no nos orientamos con máxima energía a simplificar el aparato y volcar más compañeros a los frentes de masas. Las medidas de corrección comprenden entonces:
1.- Una campaña ideológica que ya se inició dirigida a hacer carne en el Partido los aspectos concretos de la concepción de guerra prolongada:
2.- Una reducción general del aparato y reforzamiento paralelo de los frentes de masas. Esta última medida, al mismo tiempo que preserva la organización ofreciendo menos blanco al enemigo, nos permitirá canalizar mayores recursos de masas hacia las actividades revolucionarias. Porque la presencia consecuente del Partido en más frentes, además de influir como sabemos en el estado de ánimo de las masas, nos permitirá llegar a mayor cantidad de elementos de vanguardia, incorporarlos al Partido y ayudarlos a convertirse en verdaderos revolucionarios.
La experiencia política y orgánica de nuestro Partido, su tradición combativa, son elementos de inmenso valor para formar una nueva y vigorosa promoción de militantes y cuadros revolucionarios que al fortalecer la organización del PRT contribuirán seriamente a ponerlo en condiciones de cumplir el destacado papel dirigente que la lucha de clases le tiene asignado.



PREPARARSE PARA EL NUEVO AUGE
La clase obrera y el pueblo argentinos han vivido los últimos años grandes experiencias. Han visto sucederse gobiernos políticos y militares sin ningún tipo de solución para las necesidades populares ni nacionales. La prédica revolucionaria tiene por ello fértil terreno para germinar; nuestro proletariado y nuestro pueblo que se han movilizado con energía escuchan con creciente atención la palabra revolucionaria.
En el presente período de reflujo, nuestro Partido debe fundirse más que nunca con las más amplias masas, difundir sistemáticamente las ideas socialistas, pegarse a los elementos de vanguardia para incorporarlos a la organización. Mientras más eficiente sea nuestro trabajo de Partido en los meses de reflujo, más notable e influyente será el papel de nuestra organización en el auge que sobrevendrá.
Con profunda confianza en las masas con la determinación y fuerza de servir a nuestra justa causa con el espíritu heroico y glorioso de los queridos compañeros que han dado su vida en el combate cotidiano, la militancia del PRT, como un solo hombre redoblará su esfuerzo revolucionario en los frentes de masas. En 7 años de lucha revolucionaria el pueblo argentino ha sido conmovido por la combatividad y el heroísmo de su vanguardia guerrillera y ha generado en su seno condiciones para convenir la débil llama que alimenta la guerrilla en tremenda fuerza popular. La sangre derramada por nuestros héroes no ha corrido en vano; se ha desparramado generosa por millones de corazones. Y ahora es el momento de preparar concienzudamente la organización para que esté en condiciones de surgir en el próximo auge de masas como una fuerza política revolucionaria considerablemente poderosa.

La clase obrera: Columna vertebral de la resistencia (1976)


Alrededor de 300.000 obreros fabriles concentrados en unas 250 fábricas grandes de más de 500 obreros cada una, en todo el país, son la columna vertebral de las fuerzas populares y por tanto constituyen la columna vertebral de la justa y victoriosa resistencia antidictatorial del pueblo argentino.
De esa poderosa masa trabajadora se nutren y nutrirán también principalmente Las fuerzas revolucionarias, de ella surgen y surgirán gran parte de los dirigentes, cuadros, militantes, simpatizantes y colaboradores de nuestro Partido, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, vanguardia y dirección consciente de la lucha antidictatorial, antiimperialista y socialista.
El marxismo-leninismo, ciencia de la política revolucionaria, descubrió el rol revolucionario y dirigente del proletariado en la lucha de clases, durante el actual período histórico universal de transito del capitalismo al socialismo. Ese descubrimiento científico comprobado categóricamente en los hechos, y con particular vigencia en nuestra patria, permite organizar correctamente la actividad revolucionaria, centrándola en las masas más concentradas de obreros fabriles.
Porque sometido a la explotación cotidiana en el corazón mismo de la maquinaria capitalista, reunido allí en gran número, el proletariado fabril está en inmejorables condiciones para recibir y adoptar las ideas revolucionarias, movilizarse con enorme energía, nuclear alrededor suyo amplias masas trabajadoras, de obreros menos concentrados, obreros rurales, campesinos medios y chicos, empleados, estudiantes, trabajadores independientes, etc., etc.. acodillarlas en un formidable y consistente despliegue de inmensas energías populares, sabiamente organizadas y dirigidas por el Partido proletario de combate cuyo núcleo fundamental es hoy el PRT.


EL PARTIDO EN LAS GRANDES FABRICAS
Es así que nuestro Partido considera prioridad número uno de su actividad política-revolucionaria las grandes fábricas que denominamos frentes fabriles, y en las que desarrollamos un consecuente y armónico trabajo multilateral reivindicativo, político, de agitación y propaganda, militar, etc. Trabajo que es necesario intensificar más aún en las condiciones actuales, de total ilegalidad de nuestra lucha. Porque al agudizarse la represión y apunta también hacia las grandes fábricas, se crean situaciones más difíciles y se requerirá por tanto mayor atención y dedicación.
La actividad revolucionaria de Partido en un frente fabril puede iniciarse desde la propia fábrica o por un trabajo partidario desde el exterior. En uno y otro caso una vez formada la primer célula es necesario avanzar con ímpetu, método y prudencia. Con ímpetu para mantener una enérgica presencia de la organización, para impulsar la lucha reivindicativa, el sabotaje, la autodefensa, los Comités de Resistencia; con método para organizar sistemáticamente el Comité de Frente del PRT, la célula (trío) militar dirección política de la unidad guerrillera del frente, el trío de propaganda, la célula de masas, el trío sindical, el círculo de la Juventud Guevarista, etc., y lograr un fusilamiento orgánico consecuente del Comité de Frente y sus células; con prudencia para asegurar que ningún espía se introduzca en las células, que los miembros de la organización no puedan .ser detectados como tales por el enemigo, que nadie sepa más de lo necesario, que todas las tareas se realicen adoptando estrictas medidas de seguridad.


COMITÉS DE RESISTENCIA CLANDESTINOS
La nueva etapa de nuestra lucha que se abrió con el golpe militar de Videla se caracteriza por la reducción al mínimo de las posibilidades legales y por lo tanto traslada el grueso de la lucha popular al terreno clandestino v violento Porque hasta una simple huelga por una cuestión mínima es prohibida y reprimida, porque los derechos son pisoteada, porque cualquier intento popular de organizarse y luchar atrae inmediatamente las iras de los militares asesinos. ¿Será por ello que nuestro pueblo renunciará a movilizarse y defenderse? De ninguna manera. Lo que sí haremos los argentinos es movilizarnos de otra manera, organizamos de otra manera, luchar de otra manera.
Todo el pueblo sufre hoy la opresión dictatorial, todo el pueblo por tanto se dispondrá a la resistencia.
Y el camino para la organización de esa resistencia de masas es la formación de Comités de Resistencia en fábricas, barrios, villas, pueblos, facultades etc etc. Camino que debe girar en torno a los Comités de Resistencia de las grandes fábricas dado el rol de dirigente y organizador popular, que como vimos le cabe al proletariado fabril argentino.
No contamos aún con experiencia propia en el país para detallar la forma en que se organizarán dichos Comités. Pero al proponer su creación podemos referirnos a su programa, su integración, sus principios orgánicos y la actividad a desarrollar.
PROGRAMA
Dado el objetivo de librar una lucha decidida y obtener una adhesión masiva, el programa del Comité de Resistencia debe abarcar los siguientes puntos:
1. Contra la Dictadura Militar. 2. Defensa del nivel de vida y de los derechos sindicales y democráticos de los trabajadores. 3. Solidaridad con todos los presos políticos y sociales. 4. Unidad Antidictatorial y Patriótica de todo el pueblo.
Naturalmente el punto 2 de este programa, referido a las reivindicaciones mas inmediatas de los obreros fabriles, constituye el eje programático concreto, que variando de lugar a lugar, en consonancia con los problemas de cada fábrica, interpretando con exactitud las aspiraciones y necesidades de todos los trabajadores, ayudará a conquistar un apoyo masivo para los Comités de Resistencia.


INTEGRACIÓN
Dado que se traca de organismos políticos, deben estar formados por representantes de los Partidos y corrientes antidictatoriales con trabajo real en la fábrica de que se trate v por activistas independientes de la fábrica. El Comité de Resistencia será así un organismo unitario amplio con grandes recursos, pionero de la impostergable unidad obrera y popular que exige el desarrollo de nuestra lucha revolucionaria.


PRINCIPIOS ORGÁNICOS
Los Comités de Resistencia tienen que ser organismos clandestinos, secretos, con una dirección efectiva y ágil, con ramificaciones en toda la fábrica, sección por sección. Para enfrentar exitosamente la represión, es necesario organizar bien los Comités, mantener en secreto sus miembros, actuar con estrictas medidas de seguridad v con hábiles métodos conspirativos. No hacerse marcar imprudentemente por la empresa, ¡a burocracia o la represión; prevenirse contra los alcahuetes y espías, organizar los compañeros activistas en grupos reducidos tanto en la base como en la dirección, organizar un buen sistema de enlaces dentro y fuera de fábrica para que las distintas actividades de la resistencia se realicen al unísono por todos los grupos, etc., etc.
La experiencia de lucha clandestina de nuestra organización y otras organizaciones o grupos revolucionarios servirá como base para una buena estructuración de los Comités de Resistencia.


ACTIVIDAD
Las tareas de los Comités son amplias y múltiples:
a) Impulsar la lucha reivindicativa y por la recuperación de los Sindicatos, dinamizando o formando con ese fin Agrupaciones, Listas o Comisiones Legales y semilegales; b) Realizar propaganda política escrita sistemática de Resistencia Antidictatorial; c) Organizar el sabotaje planificado de la producción; d) Apoyar la solidaridad activa con los presos políticos y sociales; e) Organizar actos relámpago, manifestaciones y otras acciones de agitación y lucha; f) Fomentar y propiciar con el ejemplo la unidad obrero-popular.
Así los Comités de Resistencia fabriles constituirán organismos de base del Frente de Liberación Nacional que necesitamos edificar.


COMITÉ DE PARTIDO Y COMITÉ DE RESISTENCIA
El accionar de las células y el Comité de Frente del PRT en las grandes fábricas es diferente, complementario e interrelacionado con el accionar del Comité de Resistencia. Se diferencian por la amplitud del programa y por la flexibilidad de la organización; porque el programa del PRT es más definido y su organización más estricta.
Pero ambos deben desarrollar e impulsar actividades revolucionarias (propaganda, movilización, accionar armado, etc., etc.) que se complementan e interrelacionan.
La presencia del PRT acelera la politización de la vanguardia y la masa que se traduce en mayor consciencia y mayor organización; el Comité de Resistencia por su parte garantiza la masividad y unidad del accionar antidictatorial.
Sin Partido no hay consistencia ni conciencia, no hay desarrollo verdaderamente revolucionario. Sin Comité de Resistencia la lucha será reducida, débil, despareja. Por ello es necesario avanzar simultáneamente en la construcción y desarrollo de las células y Comité de Fábrica del Partido por una parte y del Comité de Resistencia con sus ramificaciones por la otra.


SÍNTESIS Y CONCLUSIÓN
La nueva y prolongada etapa de guerra civil generalizada que se ha iniciado, requiere mas que nunca la actividad dinámica y rectora del proletariado fabril. No sólo por las propias fuerzas que despliega y por su influencia directa en la movilización popular, sino principalmente por los decisivos recursos de clase que inyecta al Partido Revolucionario, vivificándolo, desarrollándolo, permitiéndole cumplir cabalmente con su misión de dirigente revolucionario de las más amplias masas obrero-populares argentinas.
Prepararnos para crear progresivamente, paso a paso, las grandes fuerzas revolucionarias político-militares que nos darán el triunfo frente al enemigo explotador y opresor, es hoy más que nunca, aferramos al lema estratégico de concentrar el trabajo en las grandes fábricas. Son muchas las dificultades represivas. Pero contamos con la unanimidad antidictatorial de las masas obreras y con una vanguardia proletaria amplia y creciente como nunca existió en nuestra Patria.
Combinar sabiamente la construcción y funcionamiento del Partido para incorporar a los obreros de vanguardia y formarlos como revolucionarios completos, con la edificación de los Comité de Resistencia para organizar y movilizar toda la masa trabajadora, son tareas fundamentales que deben resolverse en cada fábrica, de acuerdo a la situación concreta y con espíritu creador, apoyándonos en la experiencia nacional e internacional de Partido.
Fuerte y enraizada en las fábricas la Resistencia Popular mantendrá en jaque a la Dictadura, acumulará pacientemente enormes energías y dará por tierra finalmente con los militares asesinos y el injusto y retrógrado sistema capitalista que ellos defienden.

Argentinos ¡A las armas! (1976)


En la noche del 23 al 24 de marzo las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias derribaron al gobierno peronista para instaurar otra Dictadura Militar. El paso dado por los militares es como sabemos una irracional aventura condenada de antemano al fracaso.
El programa levantado por la Junta Militar poco después de asumir y las primeras medidas de gobierno no dejan ninguna duda respecto al carácter profundamente antiobrero, antipopular y antinacional de la Dictadura. Intervención a la CGT y a todos los gremios, despido de miles de obreros, centenares de dirigentes, activistas y obreros de fábricas detenidos, decenas de nuevos trabajadores desaparecidos, clausura del parlamento, ¡legalización o prohibición de los partidos políticos, implantación de la pena de muerte discrecional y ejercicio de la justicia por Tribunales militares. otorgamiento de condiciones favorables para la actividad explotadora del gran capital nacional y extranjero, alineación internacional junto al imperialismo yanqui, etc, etc.


UNA ÉPOCA HISTÓRICA Y GLORIOSA
La usurpación del gobierno por los militares y el recrudecimiento de la represión antipopular que caracteriza a la nueva Dictadura coloca a todo nuestro pueblo frente a un desafío histórico, en una nueva etapa de la lucha revolucionaria ya iniciada, a las puertas de una época histórica y gloriosa por La que ya marcha erguida y determinada su vanguardia guerrillera.
El fracaso final del peronismo y el golpe militar reaccionario, imponen al pueblo argentino la histórica responsabilidad de rebelarse masivamente, tomar en sus manos los destinos de la patria, afrontar con heroísmo los sacrificios necesarios y librar con nuestra poderosa clase obrera como columna vertebral, la victoriosa guerra revolucionaria de nuestra Segunda y definitiva Independencia.
Es una tarea grandiosa que nos honrará y purificara, que despenará y activará las mejores virtudes, que hará surgir de nuestro pueblo miles y miles de héroes. ¡El espíritu del Che, del Negrito Fernández, de los heroicos compañeros que cayeron en la lucha se multiplicará por miles en las filas populares! Respondiendo con honor y vigor al desafío de la hora, uniéndonos y organizándonos para la resistencia y la victoria conquistaremos para nuestros hijos el nuevo mundo socialista de felicidad colectiva. Nadie podrá decir el día de mañana que los argentinos no supimos cumplir nuestros deberes de patriotas y revolucionarios. Las nuevas generaciones, por cuya felicidad daremos todo de nosotros, recordarán con orgullo a sus mayores, como nosotros recordamos a los patriotas que fundaron la nacionalidad.
Y esa histórica responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros será dignamente cumplida por nuestro pueblo, por nuestro Partido, por nuestro Ejército Guerrillero y todas las fuerzas revolucionarias progresistas y patrióticas, organizando e impulsando virilmente la resistencia popular, avanzando en la unidad obrera, popular y patriótica, movilizando amplias masas, empleando todos los medios y formas de lucha, desarrollando el trabajo político entre los soldados y suboficiales, aniquilando con decisión a la oficialidad enemiga, construyendo con energía y habilidad profesional las fuerzas revolucionarias políticas y militares.


NO SE TRATA DE UN RÉGIMEN PROVISORIO
El régimen que se acaba de establecer con el golpe militar de Videla a no es provisorio. Es el tipo de gobierno definitivo que se dan las fuerzas burguesas-imperialistas para luchar contra las fuerzas revolucionarias argentinas.
Llenos de pánico por el vigoroso desarrollo revolucionario de la clase obrera y del pueblo argentino, por el crecimiento constante y acelerado de las organizaciones de vanguardia, por la amenaza real que ello representa para el régimen capitalista, el Partido Militar, como representante principal de los mas grandes capitales extranjeros y nacionales, se ha decidido por la guerra total, por una prueba de fuerza definitiva. Con esa resolución se han apoderado del gobierno para dedicar todos los recursos al accionar contraguerrillero y sólo se los desplazará de allí nuevamente, después de derrotarlos, después de aniquilar sus fuerzas principales.
El cálculo de nuestro Partido es que efectivamente éste será el tipo de gobierno contra el que tendremos que batallar a todo lo largo de nuestra guerra revolucionaria, que ya no habrá más elecciones democrático-burguesas, que a este gobierno lo derribaremos al contar con grandes fuerzas revolucionarias políticas y militares, cercanos al triunfo definitivo de nuestra revolución antiimperialista y socialista.
Ya hay quien sostiene que esta Dictadura no durará nada, que los militares volverán pronto a llamar a elecciones. Nosotros pensamos que no es así. Que este régimen se mantendrá hasta que las fuerzas revolucionarias estén en condiciones de derribarlo, y que después de él nos encontraremos a las puertas del socialismo, próximos a la instauración del gobierno revolucionario obrero y popular que comenzará a solucionar los problemas de la patria y traerá felicidad al pueblo argentino.
La Dictadura Militar fracasará completamente desde el comienzo en sus objetivos de aniquilar las fuerzas revolucionarias y estabilizar el capitalismo. Por el contrario, las fuerzas revolucionarias crecerán más que nunca y la economía seguirá en permanente crisis y desequilibrio.
Pero el Partido Militar no cederá el gobierno a los políticos sino que aumentará su aparato represivo, entregará toda la economía al capital imperialista e institucionalizará la corrupción y el negociado.
Los militares no se retirarán porque sería una total capitulación y porque no cuentan con recambio que influencie a la masa y les permita reorganizarse y ganar tiempo. Lanusse organizó el GAN para retirarse momentáneamente porque contaban con Perón, su habilidad v su enorme influencia, abrigaron frustradas esperanzas de que el FREJULI lograría contener y desviar el proceso revolucionario.
Hoy la situación es completamente diferente. Ningún líder o Partido que quiera conquistar apoyo político de masas, tiene la más mínima probabilidad de sustraerse a las imperiosas demandas democráticas y reivindicativas ni a la influencia de las justas banderas que levantan las organizaciones revolucionarias.


PLAZOS Y RITMOS
El tiempo que demandará a la clase obrera y al pueblo argentino dar por tierra con el régimen dictatorial que se acaba de implantar, dependerá de dos cuestiones fundamentales además de la base objetiva existente de profunda crisis económico-social, a saber: a) El ritmo de desarrollo de las fuerzas revolucionarias; b) La situación internacional.
En un proceso prolongado de guerra revolucionaria en constantes luchas armadas y no armadas, con el empleo de todas las formas combativas pacíficas y violentas, legales e ilegales, con desencadenamiento de insurrecciones parciales y liberación de zonas, se irán construyendo gradualmente las fuerzas revolucionarias políticas y militares del pueblo argentino, el Partido Revolucionario, el Ejército Guerrillero y el Frente de Liberación Nacional. Mientras más rápido sea el ritmo de desarrollo de dichas fuerzas, menor será el tiempo que nos demandará derrotar al Partido Militar.
Los recientes Acuerdos de Montevideo de los Ejércitos Americanos prevén la intervención conjunta -incluido el Ejército yanqui- en el país que sufra graves amenazas insurreccionales. Es decir, el enemigo tiene el definido propósito de aceptar la participación de fuerzas militares extranjeras en su lucha contrarrevolucionaria. Independientemente de que tal paso mejoraría extraordinariamente nuestra posición política, es incuestionable que la intervención extranjera puede prolongar nuestro esfuerzo de guerra. Pero el propósito intervencionista de los Acuerdos de Montevideo puede o no concretarse en Dependencia de la situación internacional. Porque es posible que la relación de fuerzas internacional impida o anule la intervención contrarrevolucionaria extranjera como acaba de suceder en Angola.
Neutralizar o no una posible intervención extranjera no depende en lo fundamental de nosotros sino de la evolución de la política internacional.
En cambio el ritmo de desarrollo de las fuerzas revolucionarias argentinas depende por entero de la vanguardia obrera y popular, de su ligazón con las masas, de su conciencia y espíritu unitario, de su preparación política, moral combativa, estilo proletario, espíritu de sacrificio, tesón, heroísmo y capacidad profesional. Cuanto más pronto se llegue a la unidad revolucionaria en un solo Partido Proletario y en un solo Ejército Popular y se construya el Frente de Liberación Nacional, cuanto mas acelerado sea el crecimiento y el poderío de dichas organizaciones, gracias al aporte máximo de cada revolucionario argentino, menor será la duración de nuestra guerra y por tanto menores los sufrimientos de nuestro pueblo.


LAS GRANDES TAREAS DE LA RESISTENCIA
Como ya señaló nuestro Partido, al anticipar acertadamente la decisión golpista de los militares? y como lo comprueba claramente por el programa y medidas de la Junta, la aventura iniciada por la oficialidad contrarrevolucionaria, constituye una declaración formal de guerra a la clase obrera y al pueblo argentino, e inicia por tanto la etapa de la guerra civil generalizada en nuestro proceso revolucionario.
En esta situación, con el programa de la resistencia antidictatorial, antiimperialista y socialista, tenemos por delante grandes y fundamentales tareas. Con eje en el proletariado fabril, intensificando la concentración del trabajo revolucionario en las grandes fábricas, debemos luchar por movilizara las más amplias masas por todo tipo de reivindicaciones. Por los problemas específicos de las fabricas, de barrios y villas, del campo, de los colegios y universidades, de los jóvenes y las mujeres; en solidaridad con los presos; en defensa de los derechos humanos y democráticos, etc., etc.. y hacer confluir toda esa movilización en la formación y desarrollo del Frente Antidictatorial, Democrático y Patriótico.
En el terreno militar la consolidación y desarrollo del Ejército del Pueblo, el fortalecimiento de las unidades existentes y la creación de otras nuevas. El impulso a la autodefensa de masas. El trabajo de proselitismo militar en las unidades enemigas dirigido fundamentalmente a neutralizar el personal de soldados y suboficiales.
Con nuevas condiciones favorables, debemos intensificar y ampliar considerablemente nuestra actividad internacional, Luchar por el aislamiento de la Dictadura, impulsar la solidaridad internacional con la justa causa de nuestro pueblo. Y hoy más que nunca, la principal de nuestras tareas, la que garantizara avances consistentes en todos los aspectos de la actividad revolucionaria, es la construcción del Partido, su consolidación y desarrollo, su fortalecimiento incesante. El enraizamiento en la masa, la moral y el heroísmo, la combatividad, precisión de línea, capacidad organizativa y dominio de la profesión revolucionaria son virtudes y aspectos de nuestro Partido que debemos cultivar con esmero para que crezcan, florezcan y fructifiquen con máximos resultados.
La nueva y decisiva etapa en que nos internamos, coloca a nuestro Partido en un escenario histórico. Grande es nuestra responsabilidad colectiva y más grande aún debe ser nuestra conciencia, nuestro valor y nuestra determinación de vencer.
Estrechamente unidos en torno al Comité Central, siguiendo el elevado y poderoso ejemplo de nuestros héroes y mártires, los militantes del PRT cumpliremos cabalmente y con honor nuestras misiones revolucionarias.

Ante las posibilidades democráticas, ¡Forjar y fortalecer la unidad!


Informe sobre la situación nacional presentado alComité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores (1975)

Al analizar bajo la potente luz del marxismo-leninismo las perspectivas de la lucha de clases en nuestro país nuestro Partido señaló la posibilidad de un paso atrás democrático de la burguesía. En octubre de 1974 dijimos: "La camarilla de López Rega trabaja en el intento de aplastar a nuestro pueblo y establecer un régimen fascista. Ese plan fracasará y en lugar de imponer un chaleco de fuerza a las masas como pretenden, sólo lograrán establecer un gobierno policial a la defensiva, lleno de fisuras, impotente para dominar la rebeldía popular..." "Aún más, es probable que la poderosa respuesta de las masas provoque la crisis del gobierno peronista, obligue al enemigo a introducir cambios consistentes en un reforzamiento del aparato represivo con plena participación militar o un momentáneo retroceso táctico basado en ciertas concesiones democráticas.
Porque para hacer frente con la fuerza a la movilización de nuestro pueblo, los capitalistas necesariamente deben basarse en el despliegue de las FF.AA. contrarrevolucionarias.
El fracaso de la cruzada represiva en las próximas semanas y meses colocara entonces, a la burguesía ante dos opciones:
a) Reforzar de inmediato el aparato represivo bajo conducción militar con los cambios políticos que ello implica.
b) Dar un paso atrás cediendo en lo democrático temporalmente para estar en mejores condiciones de pasar en pocos meses a la Dictadura Militar." En noviembre de 1974 reafirmamos: "La fuerza de la lucha de masas -armada y no armada-, la impracticabilidad e ineficacia de la política represiva gubernamental y su deficitaria preparación política y militar para enfrentar al pueblo con planes coherentes, coloca a la burguesía ante una difícil encrucijada. Tal como viene insistiendo nuestro Partido, los explotadores y opresores deben optar por sacar el Ejército a la calle, introducir modificaciones en el gobierno y establecer de inmediato un Estado Policial dirigido por el Partido Militar, o retroceder momentáneamente cediendo en lo democrático para reorganizarse y preparar adecuadamente un nuevo intento contrarrevolucionario, posiblemente de fachada peruanista. Pasar de inmediato al Estado Policial tiene la dificultad para el enemigo de partir de una posición defensiva acentuada. Ceder en lo democrático favorecerá un nuevo impulso de la movilización de amplias masas y el mayor enraizamiento de la guerrilla. Pese a los inconvenientes que saben les acarrearán, los explotadores y opresores se orientan claramente a redoblar la represión, a incorporar al ejército abiertamente a las actividades contrarrevolucionarias. Es el mal menor de la encrucijada en que se encuentran. Pero la intensificación de la lucha popular, la evidencia de que en sus actividades represivas deberán chocar con amplias masas movilizadas, sin estar ellos en condiciones de aplastar militarmente esa movilización, puede obligarlos a inclinarse por ceder, por retroceder momentáneamente.
Es indudable que recuperar terreno en lo democrático es lo más favorable a la clase obrera y el pueblo en la medida en que proporcionará a las fuerzas progresistas y revolucionarias, oxígeno en cantidad para que la simiente revolucionaria crezca y se extienda más rápidamente. Nuevas conquistas democráticas darán un impulso formidable a la movilización reivindicativa y política, abrirán brechas para la propaganda revolucionaria en el propio muro del aparato de control gubernamental, en una palabra, permitirán que rápidamente amplias capas de la clase obrera y el pueblo se sumen al proceso de revolucionarización de nuestro pueblo, al proceso de despertar político e ideológico que los argentinos vivimos intensamente".
En el curso de la agudización de la lucha de clases, debido tanto a la política de despliegue popular como a la debilidad inmediata político-militar del ejército opresor, nuestro Partido pronosticó la posibilidad de un breve periodo democrático previo a la instauración definitiva del régimen dictatorial contrainsurgente que necesariamente establecerán la burguesía y el imperialismo para hacer frente al redoblado oleaje revolucionario y que se derrumbará con la muerte definitiva del nefasto sistema capitalista. Nuestro Partido señalaba esta posibilidad -repetimos- considerando que la gran debilidad del Ejército opresor y el accionar guerrillero lo podría obligar a permitir un breve gobierno relativamente democrático, con el fin de conseguir un respiro para preparar planes contrarrevolucionarios posibles de aplicar.
POSIBILIDADES DEMOCRÁTICAS
Hoy, el desmoronamiento del gobierno peronista, la aguda lucha entre distintas facciones del Partido de gobierno, la carencia de posibilidades de recambio en manos del Partido Militar, frente a la poderosa movilización de masas y al incesante fortalecimiento de las fuerzas revolucionarias, pone a la orden del día la posibilidad de ese "paso atrás democrático", la posibilidad de importantes concesiones en el terreno de las libertades, la posibilidad de que la burguesía liberal y las masas populares se proyecten nuevamente a un primer plano, agitando banderas de pacificación y libertad, y lleguen a concretar importantes conquistas democráticas hondamente sentidas por nuestro pueblo.

LA POSICIÓN LIBERAL BURGUESA Y LA POSICIÓN PROLETARIA
En esta situación de extrema inestabilidad, donde toma cuerpo, como dijimos, la necesidad de la liberalización, del diálogo, de la consulta, de la pacificación, se presentan dos tipos de posiciones democráticas, la solución burguesa y la solución proletaria. La primera, con propuestas que buscan limitar todo lo posible la participación obrera y popular y restringir la deliberación a los sectores "representativos" (Partidos políticos legales, burocracia sindical Partido militar, etc.), remarcando la vigencia de las "instituciones". En este tipo de propuestas se inscriben tus intentos de revitalizacion de la Hora del Pueblo, del Gabinete Cívico-Militar, etc., etc. La propuesta proletaria en cambio, coincidente con la anterior en la mayor parte de los puntos programáticos (libertad de los presos políticos, erradicación del terrorismo de derecha, plena vigencia de las libertades democráticas, etc.) se diferencia por su democratismo consecuente, por llevar su cuestionamiento al propio sistema, por plantear la más amplia participación de todo el pueblo en la búsqueda de una salida a la crisis actual, a través de la inmediata convocatoria a una Asamblea Constituyente, en elecciones enteramente libres, sin proscripciones de ninguna clase.

ASAMBLEA CONSTITUYENTE LIBRE Y SOBERANA
Porque como lo reconoce la opinión pública estamos frente a una crisis que echa sus raíces en las bases mismas del sistema capitalista argentino. Y para enfrentar esta enfermedad es necesario indudablemente revisar las bases jurídicas en que se asienta este injusto sistema retrógrado, es necesario formular con plena participación popular una Constitución Nacional con espíritu de democracia social, es decir, de verdadera democracia, que asegure un real ejercicio de la soberanía por el pueblo, sin injerencias de ninguna clase de "factores de poder", sin injerencia de los monopolios, sin la injerencia de los mandos militares, sin injerencia de camarillas aventureras. Una Asamblea Constituyente absolutamente libre v soberana estará en condiciones de echar sólidas bases para la pacificación y reorganización del país, podrá garantizar el verdadero ejercicio de la voluntad popular, posibilitar que millones de argentinos contribuyan con su opinión al necesario debate sobre el futuro del país, discutan cómo solucionar la crisis, se interesen por profundizar en el análisis de los problemas y estén por lo tanto, en condiciones de luchar conscientemente por las mejores soluciones.
En 1949 el gobierno peronista realizó una Asamblea Constituyente y modificó la Carta Magna; en 1957, después del golpe militar de 1955, se convocó y reunió nuevamente una Asamblea Constituyente para reorganizar el país: recientemente Rocamora anunció el propósito gubernamental de llamar a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución, sin duda como parte de su proyecto fascistoide. Actualmente la Asamblea Constituyente es una necesidad ante la grave situación que requiere la atención de cada uno de los argentinos.
En la medida que una Asamblea Constituyente libre y soberana adopte justas disposiciones de fondo para solucionar la crisis y preservar los intereses de las mayorías laboriosas, sus disposiciones serán defendidas con unas y dientes por las más amplias masas populares.
Tal es la salida proletaria, consecuentemente democrática, a la profunda crisis que vivimos.

REMARCAR LAS COINCIDENCIAS
El triunfo de la movilización popular que selló la suerte de la camarilla de López Rega derribando a su jefe, marcó el fracaso definitivo del intento fascistoide y sorprendió al ejército opresor sin recambio coherente para afrontar la crisis, sin reservas estratégicas para controlar la situación y ante serias dificultades tácticas bajo el acoso creciente de unidades guerrilleras en franco desarrollo.
En tanto, el frente opositor que se venía insinuando contra los aspectos más represivos y antipopulares de la política gubernamental, tiende a coincidir con sectores de la burocracia sindical y del Partido Justicialista en la lucha contra los restos de la camarilla de López Rega y a constituir amplísima base para impulsar un programa de libertades y pacificación que interesa a distintas clases sociales desde el proletariado hasta la burguesía democrática.
Con esta posibilidad en nuestras manos corresponde remarcar las coincidencias y bregar sin sectarismos junto a todos aquellos que defienden:
1. la libertad de todos los presos políticos;
2. la derogación de la legislación represiva;
3. la eliminación del terrorismo de derecha, es decir del terrorismo gubernamental de las Tres A;
4. congelamiento del costo de vida y aumentos dignos de salarios establecidos por convenciones paritarias.
Nuestro Partido, dirección político-militar del ERP -como ya lo manifestara públicamente en octubre de 1974- está dispuesto a contribuir a la pacificación del país, suspendiendo toda clase de operaciones guerrilleras a cambio de la libertad de los presos políticos y la derogación de la legislación represiva.

LA BURGUESÍA EN EL GAN Y AHORA
Aquellas personas que por su formación ideológica burguesa están acostumbradas a pensar de acuerdo a Ia lógica formal, encontrarán contradictorio que frente al gobierno parlamentario de Campora que cedió la libertad de los presos y amplia legalidad, nuestro Partido haya resuelto continuar las operaciones guerrilleras contra el ejército opresor y las empresas imperialistas, y ahora, ante la posibilidad de un gobierno formalmente similar anuncie que suspendería el accionar armado. Es que el contexto de la lucha de clases en que uno y otro se dan los hace diametralmente diferentes. Mientras el gobierno de Campora y Perón encerraba un serio peligro para las fuerzas revolucionarias argentinas, en la medida que contaba con algunas posibilidades de engañar o distraer a sectores de las masas, contener su lucha y engendrar así posibilidades de estabilización capitalista, en la situación actual una apertura democrática constituiría en realidad un alto el fuego entre el pueblo argentino y sus enemigos que no implica riesgos para nuestro pueblo, que no constituye base alguna para la estabilidad capitalista.
De ello se desprende, del significado concreto de una y otra "democratización", que fue enteramente correcto enfrentar el ensayo peronista y cerrarle toda posibilidad de estabilización con la movilización de masas y el accionar guerrillero y que ahora es también enteramente justa la disposición de nuestro Partido a apoyar los esfuerzos de democratización de la burguesía liberal, incluso con la suspensión del accionar guerrillero. Como enseña el marxismo-leninismo, la verdad es siempre concreta.

RECAPITULACIÓN
En síntesis, el espectacular derrumbe del gobierno peronista ha dejado al país a la deriva. El Partido Militar, última reserva del capitalismo, se encuentra incapacitado para intervenir, porque no cuenta con proyectos gubernamentales inmediatos y porque afronta serios inconvenientes frente a la guerrilla. Es así que comienzan a tomar cuerpo posiciones democráticas que responden en mayor o menor medida a profundas aspiraciones del pueblo argentino. Es tarea fundamental del presente fortalecerlas perspectivas de democratización en torno a un programa básico por la libertad de los presos políticos, la derogación de la legislación represiva, la eliminación del terrorismo de las Tres A y salarios dignos para los trabajadores. Tras esos objetivos pueden y deben unirse sectores diversos, desde las fuerzas revolucionarias hasta sectores vacilantes y aun contrarrevolucionarios que se verán obligados a aceptar una posible democratización. Porque como decía nuestro Partido: "La política desesperada del gobierno peronista, rompe la frágil 'unidad nacional' que construyó el Partido Militar mediante el GAN. El paso a la oposición de importantes sectores políticos no proletarios que se está produciendo, en consecuencia, pone a la orden del día la construcción de un amplio Frente Democrático y Patriótico. En ese frente la clase obrera y el pueblo se unirán a sectores vacilantes, guiados por objetivos no revolucionarios, que constantemente presionarán por la conciliación. Es por ello fundamental -para lograr que un frente de esa naturaleza brinde resultados favorables a la revolución nacional y social-contar con un sólido frente obrero y popular que se constituya en núcleo fundamental del Frente Democrático y Patriótico e imponga en su seno las líneas generales de la política revolucionaria".
Pero el proletariado y el pueblo decididamente progresista y antiimperialista no deben atarse las manos por esta necesaria y heterogénea unidad. "El proletariado jamás olvidará que los demócratas burgueses no pueden ser demócratas seguros. El proletariado prestará su apoyo a la democracia burguesa no sobre la base de eventuales pactos, referentes a no provocar terror pánico, ni porque la considera una aliada segura; apoyará a la democracia burguesa mientras esta combata realmente a la autocracia. Este apoyo es necesario en interés de la conquista de los propios objetivos sociales, revolucionarios, del proletariado".
Marchando junto a todos por el programa antedicho, la clase obrera levantará su propuesta consecuentemente democrática de Asamblea Constituyente absolutamente libre y soberana, con la que propugnará la más amplia participación obrera y popular en la deliberación sobre los destinos del país, consciente de que la más amplia y genuina movilización democrática de las masas populares es parte inseparable de la lucha política y armada, de la guerra revolucionaria que nuestro pueblo libra por su liberación nacional y social.

LAS TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS
En estas circunstancias es tarea primordial de los revolucionarios forjar y fortalecer la unidad, creando un fuerte núcleo frentista proletario y popular integrado por las corrientes consecuentes y buscar a través de él la unidad con los demás sectores democráticos.
Mantener e intensificar la lucha política y armada, hostigando al enemigo para obligarlo a ceder.
Multiplicar la difusión de las ideas revolucionarias del Partido, llevando su línea a las masas en forma intensa y variada. En momentos como el actual, de enorme interés y participación de las masas, el rol de la agitación y la propaganda crece inconmensurablemente.
La situación es de una riqueza extraordinaria. En todo el país gruesos destacamentos de combatientes populares acuden decididos a las primeras líneas de fuego, incorporándose a las organizaciones revolucionarias; miles y decenas de miles de trabajadores salen decididamente a la calle a defender con firmeza su nivel de vida, abriéndose a las ideas revolucionarias, las masas se agitan, entran en ebullición y llenan generosamente de recursos a las fuerzas revolucionarias. El camino hacia la revolución socialista se ensancha e ilumina bajo el impulso de la multitudinaria usina de las masas. Nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero rebosantes de ardor y combatividad, pondrán todo de sí para canalizar con efectividad el inmenso potencial revolucionario de las masas, pondrán todo de sí por estar a la altura de las circunstancias.

Método y política (1975)


Nuestro Partido está volcado decididamente a una enérgica campaña par, mejorar la calidad de su actuación revolucionaria. Esa preocupación de nuestro Partido, producto de la conciencia de su responsabilidad ante nuestro pueblo, se ha multiplicado a la luz de las resoluciones del Comité Central de setiembre que marcan nítidamente el histórico rol del PRT en la vida de la Argentina actual.
Entre los aspectos que es necesario mejorar en ese fundamental esfuerzo superador queremos tocar aquí una cuestión básica: los métodos de análisis político y de acción revolucionaria. Encarar esta cuestión tiene gran importancia porque la formación de toda persona bajo la educación capitalista conlleva a la opción de un método de análisis y de acción teñido de formalismo que impide una comprensión científica, correcta, de los hechos e incapacita para la formulación y ejecución de políticas justas ante los diferentes problemas de la lucha de clases que dificulta considerablemente la aplicación creadora de la línea del Partido. Todo compañero que ingresa al Partido trae una tendencia natural" al formalismo, producto de años de educación en la escuela, la prensa. la radio y tv la universidad, etc., tendencia que es necesario combatir y anular mediante la asimilación del marxismo-leninismo.
Decía Lenin refiriéndose al análisis de clase de la sociedad rusa:
El análisis concreto de la situación y de los intereses de las diversas clases debe servir para determinar el significado exacto de esta tesis al ser aplicada a tal o cual cuestión. mientras que el método inverso de razonar, que observamos no pocas veces entre los socialdemócratas del ala derecha encabezados por Plejánov, es decir, la aspiración de hallar respuestas a las cuestiones concretas en el simple desarrollo lógico de la máxima general sobre el carácter fundamental de nuestra revolución, es un envilecimiento del marxismo y una mera burla del materialismo dialéctico" (Lenin, Prólogo al Desarrollo del capitalismo en Rusia).

FORMALISMO VS. MARXISMO-LENINISMO
El formalismo de la metodología burguesa presiona al militante a tomar superficialmente los problemas, a aplicar la línea del Partido como receta ante situaciones aparentemente similares. Es un caso repetido el del militante que encara una tarea esquemáticamente, que por ejemplo en conocimiento de la resolución partidaria de formar agrupaciones legales o semilegales y tendencias clandestinas en lo sindical, acude a un frente fabril a plantear de entrada esa línea sin conocer la situación real del frente, o el compañero que ante la resolución de los Comité Fabriles resuelve la situación cambiando el nombre de la célula existente. Porque el formalismo consiste en dejarse llevar por lo aparente, sin profundizar en el conocimiento concreto de la situación y responder a los problemas con fórmulas preestablecidas.
Nada más ajeno al método marxista-leninista. La filosofía del proletariado es de acuerdo a definiciones de Lenin, "el análisis concreto de situaciones concretas", el desdoblamiento de lo uno y el estudio de sus partes contradictorias, una guía para la acción revolucionaria. Consiste en servirse de ese rico arsenal teórico y político plasmado en la línea del Partido que constituye una herramienta de primera calidad para profundizar el análisis de la realidad concreta del frente de masas o actividad revolucionaria de que se trate y dar solución a los problemas y situaciones que se planteen, con planes de actividad creadores y medidas prácticas de organización ajustadas a la situación concreta de que se trate.

ESTUDIO Y ACTIVIDAD DE PARTIDO
¿Cómo evitar el formalismo? ¿Cómo aplicar correctamente el método marxista-leninista? La única forma indudablemente es a través de la experiencia práctica y el estudio sistemático que permitirá lograr con el tiempo un amplio dominio del marxismo-leninismo, capacitarse verdaderamente en la aplicación de la filosofía proletaria. Dominar el marxismo-leninismo no es una cuestión académica de citar de memoria textos de Marx o de Lenin. El grado de dominio de la ideología proletaria se comprueba en la práctica, se observa en la forma de solucionar los problemas de la lucha de clases y se adquiere progresivamente armonizando la actividad revolucionaria de Partido con el estudio sistemático de los clásicos.
Sin embargo, algunas reglas prácticas es posible proporcionar para ayuda de los militantes en su actividad cotidiana:
1. Informarse en profundidad de cada problema interiorizándose de los detalles. Sin información exhaustiva y exacta es muy difícil dar con la solución correcta. Y esa información debe provenir principalmente de las masas, gracias al estrecho contacto de nuestros militantes de base con las masas.
2. Determinado el problema de que se trata, estudiar, es decir repasar la línea del Partido sobre ese tema, repasar los artículos de El combatiente, Boletines Internos o folletos partidarios referidos a situaciones similares, estudiar y repasar textos de los clásicos principalmente de Lenin relacionados con ese tipo de problemas.
3. Analizar la situación estudiando por partes los elementos contradictorios, siempre a partir de un punto de vista de masas, es decir, dando primacía entre todos los elementos al estado de ánimo de las masas. Si se trata de una huelga por ejemplo hay que estudiar los distintos elementos, la posición de la burocracia' la situación de la empresa, la situación nacional y principalmente el estado de ánimo de las masas.
4. Profundizar el análisis colectivo de la situación concreta en la célula del Partido mediante la discusión de las propuestas tácticas y orgánicas.
5. Aplicar con tenacidad el plan de acción votado profundizándolo, ampliándolo y verificando su corrección en el curso de la actividad
El marxismo-leninismo es una filosofía científica todopoderosa porque su método dio solución al viejo problema de la separación entre las ideas y la realidad. Gracias al método marxista-leninista el proletariado revolucionario está en condiciones de comprender exactamente la marcha de la realidad social, de la lucha de clases y actuar eficazmente en ella en dirección a la revolución social, a la justa liberación de los explotados y oprimidos. Porque al basarse en el "análisis concreto de las situaciones concretas" el marxismo-leninismo se ajusta como un guante a la vida real. Los militantes M PRT en lucha contra el formalismo y otras presiones ideológicas provenientes de la educación capitalista levantando en alto las banderas del estudio y la actividad de Partido, avanzarán sin estruendo con sencillez, en el dominio de la ideología proletaria y elevarán consecuentemente la calidad de su trabajo revolucionario en el camino de la victoria

Economía y política (1975)

En diversos campos se manifiesta la profunda crisis del capitalismo argentino. En el terreno económico que es básico, determinante, la crisis no tiene posibilidades de ser solucionada por varios años. En 1973, el gobierno peronista con Gelbard en el timón de la economía, lanzó con bombos y platillos un gran plan de estabilización y desarrollo capitalista hacia la "Argentina Potencia". Los pilares de ese plan fueron la llamada política de "concertación" o Pacto Social con el que se pretendía maniatar a la clase obrera y detener su lucha, un gran saldo favorable de la Balanza Comercial lograble gracias a sustanciales aumentos en las exportaciones, y una nueva corriente de grandes inversiones extranjeras principalmente de origen europeo. Esos tres pilares resultaron totalmente inconsistentes. El Pacto Social fue destrozado por la lucha obrera y popular, no hubo ninguna corriente de inversiones extranjeras, y la Balanza Comercial tuvo un solo ejercicio favorable, excepcional, para caer nuevamente a niveles que no permiten ni pagar los intereses anuales de las enormes deudas contraídas en el extranjero. Mediante la maniobra del GAN y el éxito de las farsas electorales de 1973, la burguesía proimperialista argentina logró cierta base para intentar con mínimas posibilidades, a mediano plazo, salir de su honda crisis económica. Esas posibilidades radican esencialmente en lograr contener la lucha de masas con el engaño y la represión, y tener asi las manos libres para avanzar en lo económico, ordenar mejor la producción, aumentar las ganancias empresarias, conseguir capitales extranjeros.
Comprendiendo esa situación, esa trampa, ese futuro peligro para los intereses liberadores del pueblo argentino, nuestro Partido levantó más alto el pendón de combate, llamó a continuar la lucha, y empleó al máximo sus posibilidades de acción inmediata política y militar aun a costa de ofrecer demasiado blanco al enemigo.
Tal esfuerzo no resultó vano, coincidió plenamente con la combatividad de nuestro pueblo, y fue un factor en la continuidad de la lucha que llevó al estrepitoso fracaso de los planes enemigos.

SE CONFIRMA LA LINEA DE NUESTRO COMITÉ CENTRAL
Hoy la situación ha cambiado. Como lo avizorara ya nuestro Comité Central "Antonio del Carmen Fernández" de septiembre de 1974, la derrota de los planes enemigos consolida la posición revolucionaria, abre una nueva etapa de grandes perspectivas, donde lo prioritario es la acumulación de fuerzas, la construcción sistemática y a largo plazo de las fuerzas revolucionarias, el despliegue progresivo de la movilización de las más amplias masas, de las inmensas energías de nuestro pueblo.
El reconocimiento del fiasco económico peronista, las confesiones de Gómez Morales y la publicación de algunas estadísticas, apartan el velo que la propaganda oficial había montado para ocultar la realidad, permiten medir la profundidad de la crisis, dan la razón a los análisis y resoluciones de nuestro Comité. Central, haciéndolas más claras y concretas. Porque la situación económica que es el trasfondo determinante de la lucha de clases, indica que los enfrentamientos sociales han de continuar y aumentar durante varios años hasta convertirse en gigantescos y decisivos choques.
El marxismo-leninismo sostiene que la revolución es un resultado del agotamiento de un determinado sistema económico, en este caso el capitalismo, de su estancamiento y crisis. Que cuando un país vive una crisis de su economía se inicia un proceso revolucionario de aguda lucha de clases, cuyo desarrollo continuará mientras subsista las crisis económica. Que la situación prerrevolucionaria creada y la situación revolucionaria que le sigue, continúan en vigencia mientras la economía capitalista no logre recuperarse. Más aun, que la crisis revolucionaria, en el caso de que sea derrotada una primera insurrección, puede resurgir a cono plazo, mientras la burguesía no consiga estabilizar el capitalismo e imprimirle un nuevo desarrollo.
Por tanto, el fracaso de los planes económicos de la burguesía argentina, la imposibilidad de estabilización y resurgimiento económico por varios años que se desprende del análisis de la economía nacional, indica que las posibilidades de la lucha revolucionaria encontrarán enorme sustento a lo largo de los próximos años, que el tiempo ha empezado a correr a favor de las fuerzas revolucionarias.

EL FACTOR SUBJETIVO EN LA CRISIS ECONÓMICA
Es necesario recordar aquí también la tesis marxista - leninista del papel del factor subjetivo, es decir del papel de las organizaciones revolucionarias, reformistas y contrarrevolucionarias en relación a la crisis económica.
Con la economía en crisis y las masas movilizadas, las fuerzas de la reacción burguesa, sólo pueden iniciar el camino de la recuperación del capitalismo, después de contener o aplastar la lucha popular. Porque cualquier intento de estabilización y desarrollo, de "reconstrucción y despegue" como le llama la camarilla gobernante, requiere un gran aumento de la productividad del trabajo, es decir un gran aumento en la explotación de la mano de obra, y ello es imposible sin frenar a las masas con el engaño y la represión.
Con fuerzas revolucionarias activas y organizadas es imposible detener la lucha popular como lo demostró Vietnam desde 1930 a 1975, durante 45 años que pasaron en constante movilización revolucionaria sin ningún periodo de estabilización capitalista. Ello se debió fundamentalmente al accionar del Partido de los Trabajadores de Vietnam que con correcta línea político-militar vertebró la masiva, constante y consecuente lucha del pueblo vietnamita.
En cambio, la inexistencia o fragilidad de las fuerzas revolucionarias y el predominio del reformismo o la contrarrevolución, tiende a debilitar y agotar la lucha de masas, a frenarla y desviarla en el caso de predominio reformista, o a imponerle derrotas sangrientas y hasta el aplastamiento militar, en el caso de predominio contrarrevolucionario, abriendo en ambos casos para el enemigo posibilidades reales de reconstrucción y desarrollo.

LA VIDA DEL PARTIDO
La burguesía proimperialista argentina ha sufrido una nueva derrota estratégica con la frustración del plan peronista, mientras en el campo popular se acentúa la movilización y la acumulación de fuerzas. Ello da mayor consistencia y seguridad al esfuerzo revolucionario, coloca al tiempo de nuestra parte y nos permite acentuar los esfuerzos a largo plazo.
Las justas apreciaciones del Comité Central de septiembre han puesto a nuestro Partido oportunamente en la senda correcta, y durante lo que va de este año hemos logrado avances iniciales de gran importancia. Es necesario persistir y mejorar en esa dirección, cumplir exactamente las resoluciones de los organismos dirigentes, trabajar con planes, fundirnos con las masas, formar los cuadros, organizar las células y direcciones, desplegar con inteligencia, audacia y valor todas las actividades revolucionarias.
La fuerza y habilidad para el combate que hoy necesitamos más que nunca el vigor, la paciencia, la valentía y la inteligencia surgen, como sabemos, de la vida del Partido. Por ello, es que hoy, más que nunca, la principal preocupación de todo revolucionario debe ser fortalecer las células del PRT, garantizar su ligazón con las masas, asegurar la más intensa actividad y vida de Partido.

Nítidas luchas político-revoulucionarias (1975)

Los meses de febrero y marzo de 1975 han mostrado claramente el nuevo carácter de la lucha de clases, el nuevo carácter del potente auge revolucionario de la clase obrera y el pueblo argentino y de los propósitos y límites del accionar de las fuerzas contrarrevolucionarias.
El fracaso del gobierno peronista, la gravísima crisis económica y la experiencia de lucha y grado de organización adquiridos por nuestro pueblo particularmente en los últimos años, ha dado un nuevo contenido a los actuales combates obreros y populares.
En cuatro frentes principales se está hoy combatiendo y en ellos es posible comprobar fácilmente que se trata de enfrentamientos políticos, de fondo revolucionario. En el Ingenio Ledesma de Jujuy, en los departamentos de Famaillá, Monteros y Chicligasta de Tucumán en la ciudad de Córdoba y en las riberas del Paraná, la clase obrera y el pueblo se bate vigorosamente con todos sus recursos y motorizado por las fuerzas revolucionarias, frente a los personeros del capitalismo que empeñan también gran parte de sus fuerzas. En todos estos lugares los enfrentamientos han estallado por ataques de las fuerzas represivas hondamente preocupadas por el crecimiento de las organizaciones revolucionarias. Y en todos los frentes, el enemigo represor que confiaba obtener rápidos éxitos ha sido sorprendido se ha visto enfrentado a inmediatas respuestas masivas y bien organizadas.

LA LUCHA ES POLÍTICA Y REVOLUCIONARIA
Para comprender cabalmente el momento político que vive nuestra Patria es muy importante tener claro que estos cuatro frentes son las trincheras avanzadas del combate político-revolucionario que nuestro pueblo ha comenzado a desplegar en su búsqueda de la tan sentida liberación nacional y social de los argentinos. Son los primeros choques de una lucha por el poder, de una verdadera lucha revolucionaria que comienza a tomar fuerza de masas. Los obreros jujeños, los obreros y campesinos tucumanos, los obreros y el pueblo cordobés, los obreros de Villa Constitución, con distintos grados de conciencia, combaten de hecho en defensa de sus avances revolucionarios, resisten masivamente para proteger y fortalecer las unidades guerrilleras y la organización política clandestina, que han echado raíces en todos los frentes y que son el blanco principal de las fuerzas represivas.
El enemigo lo ha expresado abiertamente canto al lanzar el "Operativo Tucumán" como en relación al supuesto complot contra las acerías bonaerence y santafesinas.

LA REPRESIÓN EMPANTANADA
En los cuatro frentes señalados y particularmente en Tucumán y Villa Constitución, la situación del enemigo es muy difícil. En los montes tucumanos no han logrado ninguno de sus objetivos y han cosechado el franco repudio de un pueblo altivo que se resiste abiertamente y prácticamente no oculta su simpatía por la guerrilla. En Villa Constitución les ha salido el tiro por la culata, provocando una vigorosa reacción de masas que ha paralizado parte de la producción de blocs, insustituible en la industria automotriz. Mecida en el pantano de la represión gubernamental no encuentra cómo salir de él y en el caso de Villa Constitución se ve exigida por las propias empresas a encontrar una solución a corto plazo. De nada le valió el encarcelamiento de los dirigentes, la intervención al Sindicato, los allanamientos y matonaje. De nada le sirvió el vil asesinato de nuestro querido compañero Ramón Cabasi (Silvio), obrero papelero de la Celulosa Argentina de Zárate, secuestrado en esa localidad, bárbaramente torturado y asesinado en Theobald por la represión. Sirviéndose de la prensa domesticada, los asesinos de Cabasi han difundido la infame mentira de que fue muerto por traidor. ¡Traidor Silvio, inmaculado compañero que se comportó con elevado heroísmo y al que ni con las más bárbaras torturas pudieron sacarle un solo dato contra su organización! El insulto a la memoria de nuestros héroes es una deuda más que estos criminales deberán saldar.
El carácter político de la lucha y la existencia de dinámicas fuerzas revolucionarias populares y militares le ha dado consistencia al campo popular y excederá los combates mucho más allá de su desenlace inmediato.

SITUACIÓN REVOLUCIONARIA Y PODER LOCAL
Estos combates de avanzada desarrollados en el marco de numerosas luchas proletarias y populares que se libran en todo el territorio nacional, confirman categóricamente los justos análisis y resoluciones del Comité Central de nuestro Partido. En setiembre de 1974, el CC del PRT previó la proximidad de una situación revolucionaria, de grandes choques de clases a partir de los cuales se abrirá un período de lucha por el poder, en el que nuestro pueblo necesita fortalecer paso a paso sus fuerzas revolucionarias armadas y no armadas y desarrollar progresivamente su propio poder popular embrionario, el denominado Poder Dual, principalmente en su forma de Poder Local.
Como resultado de la experiencia de nuestro pueblo y el desarrollo de nuestro Partido se ha logrado una primera acumulación de fuerzas revolucionarias que están enfrentando a pie firme las embestidas de contingentes opresores seleccionados y masivos. Esa presión del enemigo está siendo resistida victoriosamente; es fuente de enormes enseñanzas que nos apresuramos a recoger. El enemigo empantanado y sin iniciativa es muy posible que se vea obligado a retirarse derrotado para ensayar nuevas maniobras más salvajes y peligrosas. Porque él también es consciente que ha comenzado la lucha por el poder, que están en juego sus grandes intereses y si no actúa con todos sus recursos terminará perdiéndolo todo.
Por ello es que los actuales combates nos deben servir para templarnos más, para organizarnos mejor, para fortalecer lo máximo posible al PRT y al ERP Aprender a combatir en el combate, difundir las experiencias de lucha y principalmente concentrar los mejores esfuerzos en la construcción y desarrollo de las células del PRT y las unidades del ERP nos permitirán contar en el momento oportuno con la fuerza y la organización necesarias. El enemigo redoblará sus ataques, si debe retirarse volverá con más fuerzas; y será siempre sorprendido si la clase obrera y el pueblo logran prepararse adecuadamente. La llave maestra de una completa preparación obrera y popular es el desarrollo del poder local, el ejercicio del poder por el pueblo a nivel local. que unifique y movilice a toda la población en la solución de sus problemas; interesar a todo el pueblo, acercar a los villeros; campesinos, estudiantes, maestros, empleados, comerciantes, pequeños productores, profesionales, etc., de la zona de influencia, incluir sus reivindicaciones, apoyarlos en sus luchas contra el gobierno y las grandes empresas; difundir la solidaridad y compañerismo entre las masas de la zona contra la Federal, el Ejército, e1 Gobierno antipopular, las empresas imperialistas y la burocracia sindical; formar organismos de lucha que se ocupen de solucionar los distintos problemas más sentidos, que se ocupen de la salud, la vigilancia, la educación, etc., actuando siempre con decisión y prudencia, cuidando el enmascaramiento y la seguridad. Tales son algunas formas, y hay muchísimas más que escapan a nuestra imaginación, por las que surgirá el Poder Popular Local capaz de unir y movilizar a todo el pueblo como un solo hombre y enfrentar victoriosamente la máxima furia represiva de explotadores y opresores.
RESPONSABILIDAD REVOLUCIONARIA
La indoblegable lucha del pueblo argentino ha llegado a un punto álgido. La Gran Marcha iniciada en el "Cordobazo" y jalonada por toda clase de sacrificios, comienza a encarrilarse definitivamente dejando de lado confusiones y limitaciones. Nuestro pueblo se moviliza y combate con más decisión que nunca, con creciente fe en la posibilidad de triunfo de una revolución verdadera. Y en esa gloriosa determinación combativa que gana a amplios sectores de nuestro pueblo, cabe a los revolucionario un pequeño y honroso mérito, el de haber contribuido con su energía y con la sangre y el ejemplo de sus-héroes, a generar activas esperanzas en las masas. Ese pequeño y honroso mérito implica una enorme responsabilidad, la grave responsabilidad revolucionaria de responder positivamente a lo que nuestro pueblo espera de nosotros, de ser capaces de proporcionar al combativo pueblo argentino el encuadramiento y la organización que lo llevará a la victoria. Consciente de ello, el CE del PRT, reunido recientemente, ha tomado una serie de resoluciones y orientaciones sobre organización que publicamos parcialmente en este mismo número de El Combatiente, y que apuntan a elevar la realidad de nuestra organización, a forjar el partido proletario de combate, eficiente, clandestino, de alta calidad, capacitado para cumplir su gloriosa misión revolucionaria. Así el PRT se presenta cada vez más nítidamente como la organización revolucionaria que necesita y merece el aporte revolucionario de los mejores hijos de nuestro proletariado y nuestro pueblo.